martes, 19 noviembre 2024
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Pinceladas de Torrelodones en diferentes libros, por Fernando Villaverde Martín

«Pinceladas de Torrelodones en diferentes libros» es un nuevo e interesante artículo cultural de Fernando Villaverde Martín, que nos servirá para conocer mejor este pueblo serrano, y —al menos en nuestro caso— plantearnos algunas dudas sobre asuntos que considerábamos «certezas». Se transcribe completo a continuación:

 

Pinceladas de Torrelodones en diferentes libros
(Por Fernando Villaverde Martín)

 

En el anterior artículo titulado “Torrelodones, retazos literarios de un pueblo serrano”, deje varios libros sin incluir, no los puse creyendo que eran muy conocidos en Torrelodones, pero pensando en la gente joven y el aumento de la población en estos últimos años, he querido incluirlos en esta nueva entrega, en especial los de don José de Vicente Muñoz, el del médico Carlos Picabea, y el de Luis Cervera Vera, entre otras obras referentes a nuestro pueblo.

Algunos de estos libros se pueden consultar en las Bibliotecas del pueblo, o incluso descargarlos desde la pagina web del archivo municipal de Torrelodones.

El pueblo de TORRELODONES y todo su entorno, siguen siendo una fuente de inspiración para los viajeros que cruzaban nuestras tierras, algunos se detenían aquí para relajarse, y otros al pasar por sus caminos o carreteras, las imágenes, del Canto del Pico, y del Torreón, se quedaban reflejadas en sus pupilas, y esas edificaciones con sus historias, son plasmadas en las páginas de algunos de los libros que cito aquí.

Nuestro nuevo recorrido literario lo empezamos con el rey castellano Alfonso XI, el Justiciero (1311-1350), fue bisnieto de Alfonso X el Sabio, mando escribir un tratado sobre la caza con el título “Libro, de la Moxtería qve mando escrevir el mvy alto y mvy poderoso Rey Don Alonfo de Caftilla, y de león, Vltimo defte nombre” (1340).

La obra, está compuesta por tres tomos, en ellos observamos una serie normas especificas sobre los monteros, los perros, o las distintas maneras de cazar animales, entre ellos cita, osos, puercos (jabalíes), y así mismo describen cuales son los mejores momentos y lugares para cazar estos animales.

En él encontramos una cacería de osos en Torrelodones.…”El berrocal de la Torre de los Lodones es un buen monte de oso en invierno, e es en el Real, e es la vozería desde la Torre de Lodones frasta el Alpalante, e son las armadas la una al arroyo del Alpalante e la otra las Navas de entre el Berrocal, e el Serrejón”…

…”La dehesa de Santa María del Retamar es buen monte de puerco en invierno. Y es la vocería desde la Torre de Lodones hasta en cabo de la Dehesa del Retamar”…[1]

Continuamos con uno de los primeros libros que hablan de los caminos de España Repertorio de caminos, escrito por Alonso de Meneses (1576). En esta obra se cita por primera vez El Camino Real de Valladolid, el recorrido se iniciaba en Madrid, pasando por Aravaca, Torrelodones, La Venta, Guadarrama, la Tablada entre otros, y encontramos la siguiente reseña:

…”la venta aulencia, la venta del molinillo, la venta real, la tablada, guadarrama, la venta, torrelodones, aravaca, Madrid.”…[2]

En Ávila, a principios del siglo XVII el cronista oficial de Ávila Gil González Dávila nos contaba…”un convento de religiosos de la orden de San Francisco, dedicado al Grande Antonio, santo de esta orden. Edificio en su tamaño de agradable arquitectura, adornado de huertas, arboledas estanques y fuentes de agua.”…en este convento franciscano de San Antonio, situado en un magnifico jardín,…”una apacible alameda que sirve de deleite a sus vecinos adornada de fuentes y arroyuelos”…, se venera la Virgen de la Portería, en este libro sobre su historia, (1739), narra un milagro que sucedió en un mesón de Torrelodones:

…”El modo fue admirable, y folo puede manifeftarfe con otros muchos prodigios femé jantes, que le fucedieron; porque haviendole dado alas fu caridad ardiente, era en brevifsimo efpacio llevado de un Lugar á otro, ó para obfequiar á la Purilsima Reyna, ó para bien de alguna alma. Don Francifco Guzmán, Theniente de Capitán, y de la Ronda de Rentas Generales en Madrid, trató con mucha familiaridad al Siervo de Dios, y fue Compañero fuyo en algunos caminos. Tiene depueftos en toda forma raros prodigios fuyos, y entre ellos es al intento prefente, lo que depufo, y ratiñeandofe affeguró le fucedió con él en el Mefon de Torrelodones. Dice, que haviendo cenado juntos en dicho Lugar fe apartó Fray Luis á rezar fus devociones, quedándole el deponente en el quatto, donde havia de dormir. Que viendo que tardaba, tuvo impulfo de falir en bufca fuya, lo que no hizo por confiderarle ocupado en algunos fantos exercicios. Mas pareciendole, que era ya mucha la tardanza, y defeando recogerfe prefto, fe refolvio á falir del quarto para llamarle. Fue para dicho efecto a tomar la luz, y al mifmo tiempo fe quedó affombrado. Fue el cafo, que en el mifmo inftante fintió fobre si un ayre fuerte, y vio ponerfe á fu lado Fray Luis, como fi viniera de lo alto, y volando, fin poder entender, corno fue tan á punto fu venida, por no haverle llamado ni entrado por puerta, ni ventana.”…[3]

La siguiente cita la encontramos en una novela histórica, fantástica, religiosa y filosófica titulada “El milagro” (1871) nos cuenta las peripecias de un mancebo que a pesar del barro, del mal tiempo y de los consejos de un mesonero, no quiere esperar en Torrelodones y quiere llegar rápidamente a su destino:

…”Llega á las Rozas cuando ya es de día; sigue lloviendo, y por causas que desconoce, el osado mancebo entra en ganas de quedarse allí hasta el siguiente día. Mas desecha de su mente aquel pensamiento, que juzga pueril é injustificado, continúa adelante, decidido como se halla á almorzar en Torrelodones y á comer en Guadarrama.

No se detiene, pero si resuelve andar siete leguas únicamente en aquel día, dejando trece para el siguiente.

Entra en el primer pueblo indicado á las nueve de la mañana. Anduvo cuatro leguas y media, y descansa dos horas que ocupa en almorzar y dar pienso á los caballos.

El mesonero le aconseja que se quede hasta que pase el temporal, pero Hernando no le hace caso, y á las once vuelve á montar á caballo y sale al paso, pues le es imposible caminar de otra manera. Va sobre una cuarta de lodo y presenta salpicado el traje desde los pies hasta el casco.

Mas le quedan que andar dos leguas y media, y tiene ocho horas de luz, con lo cual puede llegar á cualquier paso á Guadarrama.

Deteniéndose muchas veces, creciendo el barro y en aumento constante el mal estado de la vía, avanza Hernando, pesaroso ya de haber salido de Madrid, pues no es para su carácter ir dejando atrás una hora por cada cuarto de legua que anda.

Llega á las tres á la Venta de la Trinidad, distante poco más de una legua de Torrelodones. La primer población que le espera es ya Guadarrama.”…[4]

Avanzando en la línea del tiempo, nos encontramos con una…Excursión a Torrelodones en la obra “La colina del Santo Cristo del Pardo” escrita por Francisco Vidal y Careta (1904) en ella cita a Torrelodones:

…“El día 27 de Marzo de 1904, domingo de Ramos, á las siete de la mañana, acompañado de los Sres. Vidal (Julio), Arias Encobet, Cendrero y Galán, fui á Torrelodones, pueblo que se encuentra á unos 30 kilómetros de Madrid, y cuyo raro nombre no sé á qué obedece.”…

Y también cita al gran torero Frascuelo, que tras retirarse de los toros, residió en Torrelodones hasta su muerte.

…”El viaje se hizo con felicidad, y tardamos en llegar al pueblo que inmortalizó Frascuelo, el gran torero, el mismo tiempo que emplea el tranvía-cangrejo de la calle de Rosales de la Corte en llegar á la calle de Cedaceros. Unos cincuenta minutos, más que menos.”…[5]

El prolífico autor teatral, Pedro Muñoz Seca, creador de la astracanada, nuevo género teatral, natural del Puerto de Santa María y abuelo del periodista y escritor Alfonso Ussia, escribió más de 200 obras de Teatro, la más popular de todas fue “La venganza de Don Mendo”; en 6 comedias escritas entre 1920 y 1936, citó o aludió a Torrelodones, en sus páginas:

…”No pararías de correr hasta el Pardo. ¡Estás tú fresco! Cuando me di cuenta, me encontré en Torrelodones.”…El colmillo de Buda: juguete cómico en tres actos y en prosa 1920 pg. 15.

…”Yo lo digo también, porque los de Torrelodones es como si fuéramos de Madrid.”… La bondad: comedia en tres actos (1925), pg. 79 y 80.

…”Y cuidado que es buena gente y que quieren al chico con frenesí; pero señores, qué brutísimos son. Menos mal que en Torrelodones viven un poco aislados de la gente”… El llanto: comedia en tres actos (1925). pg. 45 y 70.

” (Declamando.) /Madrí… Pozuelo… Er Plantío./Luego Las Rozas… Las Matas..!/Más allá Torrelodones/ y más allá «La Navata.»/ Villalba…” Los trucos: comedia en tres actos (1925). pg. 88.

…”que tartamudeaba de un modo especial, me dijo: «No te asustes: estoy ileso. Me encuentro en Torrelodones. Ahora vendrá Jesús a recogerme.”… ¡Pégame Luciano!: comedia en tres actos (1929). pg. 107.

…”Pues muy bien. No sé si habrá vacante alguna plaza de pago en alguno de los sanatorios que convienen; pero lo mejor sería que tomaran ustedes una casita en Torrelodones, en Villalba o en el Escorial”… ¡Todo para ti!: comedia en tres actos (1931) pg.17..[6]

Posteriormente, con el catedrático de la Universidad Central Juan Ortega Rubio, historiador e investigador de la historia de España, encontramos en su libro “Historia de Madrid” (1921) varias reseñas históricas de Torrelodones:

…”El nuevo rey Felipe III y su hermana Isabel Clara Eugenia abandonaron San Lorenzo de El Escorial el 16 septiembre 1598 haciendo noche en Torrelodones y llegando a Madrid el 17. Retiráronse a llorar su pena, (Felipe al monasterio) de San Jerónimo y Clara Eugenia a las Descalzas Reales. Al día siguiente dirigió una carta al Concejo, justicia y regidores, caballeros, escuderos, oficiales y hombres buenos de la villa, participando el fallecimiento de su padre y ordenando que se tributasen al autor de sus días los honores correspondientes.”…

…“Torrelodones, con 520 habitantes de hecho, 478 de derecho, según el censo de 910, se encuentra a 18 kilómetros de San Lorenzo ya 30 de Madrid. Comunicase por el ferrocarril con la cabeza del partido judicial y con la capital de la provincia”…

…”La tradición atribuye a los hijos de Mahoma la fundación del pueblo, conviniendo los cronistas en que se llamó Torrelodones porque tuvo comienzo por una torre, alrededor de la cual se formaban en tiempo de lluvias y nieves, grandes lodos.”…

…”Comenzaba el año 1086. Reinaba en Castilla Alfonso VI, cuando un caballero de limpio linaje, llamado D. Tirso de Lodon, buscando consuelo a su viudez, vino a refugiarse en un castillo de su propiedad, situado a la izquierda del río Guadarrama, en un sitio muy quebrado, en el monte que llevó el nombre de Las Marías y hoy se denomina Monte Alegre. Este castillo dominaba un pequeño caserío que con el tiempo llegó a convertirse en la villa de Torrelodones”…[7]

El antiguo médico de Torrelodones e Inspector, Carlos Picabea escribió en 1927 un interesante libro dedicado íntegramente a Torrelodones, fue premiado por la Real Academia Nacional de Medicina con el “Premio García Roel” en el año 1926, y en el citado texto se tratan numerosas cuestiones de nuestro pueblo, entre otras destacan, la Historia, Urbanismo, Geología, Flora y Fauna, Comunicaciones, Patología local, etc., y en las primeras páginas nos encontramos con esta:

…”Descripción geográfica. En la últimas estribaciones del Guadarrama, punto el más avanzado de la sierra hacia Madrid, cerca de grandes montañas y bordeando la planicie, en suelo irregular y de ondulaciones con suaves pendientes al lado de casi verticales acantilados de naturaleza rocosa, con poca vegetación en sus pequeñas planicies y pequeño pero espeso arbolado en sus riscos, cruzado par varios arroyos y bordeado por el río Guadarrama, se encuentra el pueblo de Torrelodones.”…

Y termina la obra con estas recomendaciones: …”Siendo Torrelodones una localidad sana”… …”Higiene y profilaxis, es lo que se necesita para hacer completamente salubre a quien tanto prodigó la naturaleza en defensas contra la enfermedad.”…[8]

En 1929, nos encontramos con una pequeña novelita, “La señorita Torrelodones” escrita en tono humorístico por José Silva Aramburu.

Es la historia de Casta Lobaton y Carrizosa, la hija de un matrimonio dueños de una venta de Torrelodones.

…”En Torrelodones hay,

al pie de la carretera,

una venta en la que puede entrar

todo aquel que quiera”…

Esta joven, fue elegida Señorita Torrelodones, (equivalente a la reina de las fiestas del pueblo) su madre quiere presentarla a un concurso de belleza convocado por el periódico “El eco de los trasnochadores huérfanos” para elegir a la “Dulcinea del siglo XX”, entre las señoritas castellanas y manchegas, su padre no quiere aunque al final termina accediendo :…”quedo acordado que Casta acudiese al concurso, y que la noticia corrió por Torrelodones mucho más veloz que esos trenes que pone la Compañía del Norte en el verano para las excursiones a la Sierra”…

El padre forma parte del jurado, y obliga a los demás miembros del mismo a nombrar a su hija como ganadora del concurso. Al regresar a Torrelodones, Casta, pensaba que su vida iba a cambiar, pero nadie sale a recibirlos, porque el pueblo se lo había tomado a broma. Sus padres quieren que siga con su anterior vida de mesonera, pero ella se escapa creyendo que su antiguo novio iba a proponerle matrimonio, pero el mozo, lo único que hace es cantarle esta copla:

…”Tienes humos en la cabeza,

por eso te has elevao;

pa pegarte la morrada,

en cuanto te has desinflao”…

Casta al final no consigue, ni matrimonio, ni el éxito ni la fortuna.[9]

La pasión por la sierra de Guadarrama llevó al abogado criminalista y autor de numerosas obras de Derecho, Constancio Bernaldo de Quirós y Pérez, a fundar con otras personas el Club de Alpinismo Peñalara, fue un gran conocedor de la historia de la sierra madrileña, de su toponimia y procuraba que esa pasión, quedara reflejada en sus obras y en nuestro caso concreto habla de Torrelodones, en un artículo publicado durante su exilio en Méjico, en La Nación, entre el 9 y 15 de diciembre de 1944 titulado “Pequeña historia anecdótica del Puerto de Guadarrama”:

…”El paisaje comienza a cambiar, emergiendo el granito sobre el suelo que se quiebra en un relieve cada vez más áspero. Torrelodones, el primer pueblo de la Sierra, con la vetusta torrecilla roquera que le dio nombre, arruinada sobre un pequeño cerro.”…[10]

El historiador, arquitecto, y académico español Luis Cervera Vera (1914-1998) tenía una sana obsesión sobre el arquitecto Juan de Herrera, y escribió más de 50 textos centrados en su persona, en uno de ellos, escrito en 1949, “Juan de Herrera y el aposento de Felipe II en Torrelodones”, nos relata minuciosamente el motivo por el cual Felipe II ordenó la construcción del Mesón de Baños en Torrelodones, así mismo nos describe como era nuestro pueblo en el siglo XVI:

…”Durante muchos años, Torrelodones estuvo formado por una sola calle; la llamada “Calle Real”, que era una calle larga y ancha, que tenía situados a sus dos lados los famosos Mesones.”….

…” El Mesón de Baños. Uno de estos Mesones, quizás el más grande entre todos ellos, era el de Francisco de Baños. En él se aposentaba Felipe II y su séquito, cuando, en sus viajes de ida o de vuelta de Madrid a El Escorial, hacia noche en Torrelodones.”…,…”No sólo aprovechaba el rey su estancia en Torrelodones para descansar, sino que las más de las veces despachaba asuntos pendientes y firmaba cédulas que le presentaban sus secretarios.”…

…”Para salvar estos inconvenientes y disfrutar de un aposento apropiado, ordenó Felipe II”…,…“se hicieran “unos aposentos” para él y “para las personas Reales” que le acompañaran”…,…”estos aposentos los ordenaba construir conforme a la traza que para ello enviaría su arquitecto Juan de Herrera”…[11]

Los libros que forman la tetralogía sobre la Guerra Civil española escrita por José María Gironella, “Los cipreses creen en Dios” (1953), “Un millón de muertos” (1961), “Ha estallado la paz” (1966) y “Los hombres lloran solos” (1986), describen la historia novelada de los miembros de una familia de clase media de Gerona “los Alvear” en el contexto de la Guerra Civil, presentada con una visión por los dos bandos. En la obra “Un millón de muertos” tenemos un par de citas de nuestro pueblo:

…” En los días precedentes los “nacionales” habían combatido con furia a la caza de observatorios estratégicamente emplazados, realizando como siempre determinados movimientos envolventes que por su parecido y su periódica repetición empezaban a ser llamadas “bolsas” o “bolsas de Mando nacional”. En una de esas bolsas, cerca de Torrelodones, el jefe rojo, apellidado Domingo, en el último momento se envolvió su cuerpo en la bandera tricolor y se pegó un tiro en la sien.”…

…”montañera y andariega abandonó Madrid, con el milagroso salvoconducto que significaba llevar consigo un botiquín y cosido en el antebrazo, una visible cruz roja. El instinto le aconsejo trasladarse al sector de Torrelodones, a donde llegó saltando de camión en camión. Se pasó dos días allí preguntado y husmeando el terreno.”…[12]

El periodista, novelista y tertuliano televisivo, Joaquín Giménez-Arnau (Jimmy) nació en 1940 en el transatlántico español Cabo de Hornos mientras navegaba por aguas brasileñas, se caso en María del Mar Martínez-Bordiú y Franco en 1977 de la que se divorció en 1982.

Escribió varios libros de ellos nos interesa “Yo, Jimmy. Mi vida entre los Franco(1981) En el Capítulo II “Millonarios por el Canto del Pico”, nos cuenta como Franco obtuvo,…“por méritos de guerra”… (pg. 35) el Palacio del Canto del Pico, curiosamente, Jimmy se refiere al palacete como “la Casa del Viento” y la describe así tras una visita que realizo en 1988:

…”En 1988 visité la Casa del Viento, un palacete de arquitectura ecléctica a 1.012 metros de altura, con una fachada de piedra de gran mampostería, con torres y coronas de metal, arcos ojivales y de medio punto; una capilla con un Cristo crucificado en policromía, detalles barrocos.”…

Más adelante nos cuenta que después del fracaso del proyecto de dividir en parcelas toda la finca, propuesta por los familiares de Franco, el Canto del Pico se encontraba…

…”Abandonado y vacio, con legajos amontonados entre el polvo y las ratas de monte, el Canto del Pico siguió en venta infructuosa. El principal problema radicaba en que el edificio estaba declarado monumento histórico artístico desde 1930, tan sólo diez años después de su construcción y por lo tanto no podía ser derribado ni modificado en su fachada y estructura interna. El segundo obstáculo estaba en la calificación del terreno.”…[13]

Más tarde en 1991 el filosofo y escritor español Fenando Savater, autor del libro “Etica para Amador” que en su presentación del libro nos dice…”ha sido pensado y escrito para que puedan leerlo los adolescentes”…, …”su objetivo es estimular el desarrollo de librepensadores.”… y habla de Torrelodones en varios párrafos del libro:

…” Un par de años más tarde y también en nuestro miniparaiso de Torrelodones, me contaste un sueño que habías tenido. ¿A que tampoco te acuerdas?”…

…”Debías tener unos seis años y pasábamos el verano en Torrelodones. Esa tarde, como las otras, yo estaba tecleando con desgana en mi Olivetti portátil, encerrado en mi cuarto”….[14]

En un pequeño libro editado por el Excelentísimo Ayuntamiento de Torrelodones en 1998 e ilustrado por su autor, Enrique Ribas Lasso, nos muestra un viaje por la historia y el paisaje de Torrelodones. En la presentación del libro nos dice:

.…”Este libro no pretende ser una obra sobre la historia de la Villa de Torrelodones en un sentido estricto, es un apunte de algunos hechos históricos destacados, curiosidades y comentarios de lugares y cosas que pueden llamar la atención de vecinos y visitantes curiosos”…[15]

La siguiente obra, es un curioso libro sobre Torrelodones centrado esta vez en su naturaleza, su geología y su ecología, escrito por David Domínguez Villar en 1999, en ella en su página 15 podemos leer:

…“BREVE HISTORIA DE TORRELODONESEs en la Edad Media donde se debe establecer el primer asentamiento fijo y constante en lo que es la actualidad el Pueblo. Se convirtió en un lugar de paso para el Escorial y el palacio de la Granja, desarrollándose sobre todo a partir de Felipe II en el siglo XVI tomándose este pueblo como lugar de descanso al salir de la capital.”… [16]

En la portada del libro “Cuando la Torre nos mira” escrito por Daniel Argote (2001) aparece la atalaya dibujada, como todas las demás imágenes del texto, por Rafael Ordoñez, y de sus páginas entresacamos las siguientes citas históricas:

…”Entonces Roberto soltó una carcajada haciendo un verdadero nudo en su cerebro para crear una relación entre su antigua independencia lograda cuando dejó este pueblo, y a su familia, con la que logró Torrelodones, allá por el siglo XVII, cuando murió el quinto duque del Infantado y el título paso a doña Ana, su única hija con vida, siendo ella quien hizo que Torrelodones quedase fuera de la jurisdicción de los alcaldes de la Casa y Corte de Madrid.”…

…”El nombre proviene del gran “canto” de granito que se encuentra junto al “pico” del monte que domina el pueblo de Torrelodones.”…[17]

En el libro, “Los Franco S. A.” (2009), escrito por Mariano Sánchez Soler se disecciona a la familia y los negocios de los Franco, en sus páginas podemos leer:

…”Junto a la torre árabe de Lodones, que da nombre a ese pueblo de casi cuatro mil habitantes, la Casa del Viento es un símbolo del lugar. Construida en 1920, cuando en Torrelodones vivían 625 personas, la finca tomó su nombre de Canto del Pico por dos grandes rocas enclavadas a cincuenta metros de la mansión. Pinos, encinas, enebros, zarzas, jaras y tomillos dan al lugar una gran riqueza vegetal y unas tonalidades verdes luminosas. José María de Palacio (el Conde de las Almenas) la cercó con una tapia de piedra de dos metros de altura después de comprar siete parcelas pertenecientes a los términos de Hoyo de Manzanares y Torrelodones.”…[18]

El Ayuntamiento de Torrelodones en su vertiente cultural edito este libro en gran formato “Torrelodones Ayer y hoy” en 2010, donde encontramos varias imágenes del pueblo, como dice el título, de ayer y hoy, que fueron facilitadas por numerosos vecinos para confeccionar este tomo, la definición de Torrelodones la encontramos en la pág. 5:

…”Torrelodones es hoy una ciudad moderna que conserva lo esencial del pueblo, comprometida con el cuidado del medio ambiente y el desarrollo sostenible. Situado estratégicamente en el eje de la carretera de La Coruña a solo 29 kilómetros de la capital, está considerada la “puerta del Real del Manzanares” en plena sierra madrileña. Dispone de modernas infraestructuras de transporte y comunicación, convirtiendo la localidad en una de las zonas más prósperas de la región, tanto por la diversidad y calidad de sus servicios públicos como por su tejido empresarial.”…[19]

Los libros con la temática de la Guerra Civil española (1936-1939), siempre son una disculpa para hablar de Torrelodones, por su situación estrategia durante la batalla de Brunete, tenemos algunos ejemplos de ello en “Las tres Españas del 36” y “Palomas de Guerra” los dos libros escritos en 2011, por el hispanista Paul Preston, en ellos nos cuenta diferentes biografías de personajes relacionados con esa guerra, con la curiosidad que el segundo libro, son cinco personajes femeninos donde se incluye a la mujer de Franco, Carmen Polo. Con relación a Torrelodones en los dos libros encontramos el mismo párrafo referente al Canto del Pico:

…” Los botines de guerra no fueron siempre tan pequeños. En noviembre de 1937 José María de Palacio y Abarzuza, conde de las Almenas, murió sin hijos. Expresó su gratitud a Franco por “reconquistar España”,  dejándole en su testamento una finca en la sierra de Guadarrama cerca del Escorial, conocida como el Canto del Pico. Con 82.000 metros cuadrados, estaba dominada por una enorme mansión llamada Casa del Viento”… [20]

Uno de los últimos libros hasta ahora publicados, pues se presento el pasado 13 de octubre de 2017 que habla de Torrelodones, es “Buscando el miedo(2017), un libro que muestra numerosos lugares misteriosos de España, entre los que han seleccionados antiguos palacios, iglesias, casas encantadas, etc., a los cuales, los escritores, Miguel Linares y Sheila Gutiérrez, expertos en parasicología han visitado en plena noche y nos relatan sus propias experiencias, entre estos lugares se ha incluido nuestro Palacete del Canto del Pico, donde se incluyen fotografías de esos sitios. [21]

Y para terminar he dejado los libros escritos sobre Torrelodones por el maestro y cronista oficial de Torrelodones don José de Vicente Muñoz. En una entrevista publicada por la revista “Torrelodones” en febrero de 1990, contaba con su humildad característica, que…“para mi, escribir, como no tengo vocación, lo hago por obligación. Por obligación, porque me comprometí a escribir sobre Torrelodones, y por amor, porque es lo menos que puedo hacer por el pueblo en el cual he pasado toda mi vida”… y añadía,…” yo lo único que quiero es que todos tengan conocimiento sobre Torrelodones, porque lo que no se conoce no se puede amar”…

Estos libros escritos entre 1950 y 1990 son:

1950Corografía de España”. Serie de dibujos y descripciones de las provincias de España. El apartado referente a la provincia de Madrid escribe:

…”Torrelodones, importante por la abundancia de radium.”…pg.84.

1980 «Escudo, Geografía e Historia de Torrelodones”. La historia de Torrelodones contada desde la prehistoria.

…”DEDICATORIA: A los vecinos de TORRELODONES en general y, particularmente, a los que con hambre, frío y sin medios, compartieron conmigo las tareas escolares entre los años 1940 y 1950, de los cuales, al cabo de muchos años, me enorgullezco, porque, al menos, han sabido ser “hombres de bien”…

1987 “Álbum Gráfico, (histórico, cronológico y bibliográfico) de Torrelodones” este álbum como complemento y continuación del anterior (Escudo…). Libro que contiene dibujos de los principales monumentos de Torrelodones en su parte derecha y en la izquierda un pequeño texto explicativo, con la cronología y la bibliografía de la lámina.

1989 “Canto del Pico y Torrelodones” Descripción pormenorizada del edificio de El Canto del Pico. (Actualmente inédito).

1990 «Crónicas de Torrelodones y Comunidad de Madrid» (Recopilación de artículos publicados en distintas revistas hasta 1989). En el prólogo del libro nos dice:

…”Tuve la suerte de conocer TORRELODONES, cuando apenas había casas habitables y cuando todavía eran muy pocos los extraños. Y tuve la suerte de conocer su pasado de boca de sus vecinos, cuando, el Pueblo, tenía aún un carácter bucólico; había ovejas, cabras, pocas vacas pero había, zorros, conejos, liebres, perdices, mochuelos, algún búho y cigüeñas.”… [22]

Y finalizaremos esta nueva e incompleta relación de libros, pues aun faltan numerosos por citar, que hablan de este pueblo serrano, con una canción dedicada a Torrelodones titulada “Tierra de encinas y jaras” con letra y música de Juan Carlos Román Buj, extraída del CD “Torrelodones Canta” editado por el Ayuntamiento de Torrrelodones en 2.000, el autor nos describe el pueblo con una bella melodía. Esta canción se puede encontrar en el siguiente enlace de https://torrelodones.info/2012/12/27/torrelodones-esa-tierra-de-encinas-y-jaras-banada-por-el-aire-puro-y-el-sol/

 

Fernando Villaverde Martin

 

Bibliografía:

[1] Alfonso XI “Libro, de la Moxtería qve mando escrevir el mvy alto y mvy poderoso Rey Don Alonfo de Caftilla, y de león, Vltimo defte nombre” (1340). pg. 113 y 114.

[2] Alonso de Meneses “Repertorio de caminos” (1576).

[3] Juan de san Antonio “Historia de la nueva, admirable y portentosa imagen de Nuestra Señora de la Portería de Ávila y de su fiel camarero Fr. Luis de San. Joseph” (1739). pg. 72 y 73

[4] El milagro: novela histórica, fantástica, religiosa y filosófica (1871). Tomo I pg. 338-339.

[5] Francisco Vidal y Careta “La colina del Santo Cristo del Pardo” (1904). pg. 51

[6] Pedro Muñoz Seca 1920-1931

[7] Juan Ortega Rubio “Historia de Madrid y de los pueblos de su provincia” (1921). Tomo I pg. 80 y Tomo II pg.277.

[8] Carlos Picabea “Topografía Médica del Término Municipal de Torrelodones” (1927). pgs. 6 y 77.

[9] José Silva Aramburu “La señorita Torrelodones” (1929). Pags.1, 15, y 45.

[10] Constancio Bernaldo de Quirós “Pequeña historia anecdótica del Puerto de Guadarrama” (1944).

[11] Luis Cervera Vera “Juan de Herrera y el aposento de Felipe II en Torrelodones” (1949). Páginas  11, 12 y 13.

[12] José María Gironella. “Un millón de muertos”. (1961). pags. 339 y 596

[13] Joaquín Giménez-Arnau “Yo, Jimmy. Mi vida entre los Franco” (Planeta, 1981). págs. 36 y 38.

[14] Fernando Savater “Etica para Amador” (1991).

[15] Enrique Ribas Lasso “Torrelodones: un viaje por la historia” (1998).

[16] David Domínguez Villar “La naturaleza de Torrelodones. Geología y ecología de la presierra Noroccidental de Madrid.” (1999). Pg. 15.

[17] Daniel Argote “Cuando la Torre nos mira” (2001). Págs. 17 y 35

[18] Mariano Sánchez Soler “Los Franco S. A.” Ascensión y caída de la familia del último dictador de occidente” (2009).

[19]“Torrelodones Ayer y hoy” Editado por el Excmo. Ayuntamiento de Torrelodones. (2010). pg. 5.

[20] Paul Preston “Las tres Españas del 36” y “Palomas de Guerra” (2011).

[21] Miguel Linares y Sheila Gutiérrez “Buscando el miedo» (2017).

[22]José de Vicente Muñoz, 1950-1990

(Texto e imágenes: Colaboración de Fernando Villaverde Martín)

1 COMENTARIO

  1. Alfonso VI nunca se intitulo rey de Castilla o rey de Castilla y León. Lo correcto es es Alfonso VI rey de la Corona de León.

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