Fernando Villaverde Martín nos sorprende nuevamente con un interesante artículo cultural. En esta oportunidad, da cuenta del reciente hallazgo realizado al reformar un restaurante de Torrelodones, ubicado el mismo emplazamiento que el antiguo «Asador de las 5 Leguas»; y entrevista al gerente de La Goleta.
Al retirar varias capas de pintura y pladur, han aparecido tres murales de cerámica talaverana, que reproducen imágenes antiguas de Torrelodones, dibujadas por D. José de Vicente Muñoz.
Los azulejos han estado ocultos por más de treinta años en el local del antiguo Asador de las 5 Leguas, en la plaza de Epifanio Velasco, 5.
Gracias al descubrimiento y la decisión de los propietarios de La Goleta, se pueden volver a ver los murales originales compuestos por baldosines fabricados por la empresa Artesanía Talavera de los dibujos realizados por Don José Vicente Muñoz para la inauguración de el “Asador de las 5 Leguas”.
Este asador, situado en la plaza de Epifanio Velasco n.º 5, fue inaugurado en julio de 1991. A él se refería don José de Vicente Muñoz en una entrevista publicada en la revista del Ayuntamiento de Torrelodones de julio de aquel año. En sus páginas nos contaba: …”me hizo ilusión (la inauguración) por varias razones, en primerlugar se montaba en la primera casa que viví tan feliz en Torrelodones con Julia, Timoteo y Alejandra” y además,…”el edificio de piedra berroqueña, en mampostería característica de este pueblo, las vigas de madera procedentes de la Antigua Universidad de Madrid, de la época de Cisneros, la reproducción del mojón de las Cinco Leguas, en la entrada y verjas artísticas”… Continua diciendo…”el dueño me pidió que dibujara los monumentos del pueblo y yodibuje lo mejor que pude la Fuente del Caño primitiva, la primera iglesia de laAsunción, el Dedo Gordo, la plaza de Toros, nuestros monumentos histórico-artísticos de la Torre (la Atalaya) y del Canto del Pico, etc. Y Alfonso, el dueño, mandó hacer en cerámica toledana todo esto”…
En el mes de diciembre de 2024, poco antes de las Navidades, se abrió en este local el restaurante “La Goleta”, regentado por una joven pareja. Durante las obras de remodelación para la instalación del nuevo restaurante, aparecieron en los laterales de la barra del bar tres mosaicos, de los seis realizados por don José de Vicente Muñoz para el “Asador de las 5 Leguas”. El nuevo gerente del restaurante mandó que se limpiaran y mantuvieran esos mosaicos, que estaban tapados por pladur y varias capas de pintura. Gracias a esa decisión, hoy podemos admirarlos.
Marín, el gerente del restaurante “La Goleta”, nos ha contado dónde y cómo encontró estos azulejos, y el proceso de su recuperación, para que todos sus clientes puedan disfrutar de ellos.
¿Cómo estaba el edifico cuando iniciaste las obras de reforma?
El edificio estaba diáfano, ya no había nada. Quise mantener el nombre de La Goleta, porque empezamos en Majadahonda con otro restaurante con el mismo nombre; y por eso hemos procurado mantener la misma decoración, las mismas luces, y conservar el estilo náutico.
¿Viendo la buena acogida del restaurante en Majadahonda, quisiste traer aquí tu experiencia?
Sí, y aquí me he encontrado con un edificio con historia. Y a mí me gusta guardar cosas que son antiguas, que son emblemáticas para el local. Hemos recuperado unas vigas que estaban tapadas por pladur y las hemos aprovechado para ponerlas en la barra, y ensancharla un poquito; y otra viga la hemos dejado descubierta en el techo, porque quedaba muy bonita. Las ventanas las hemos tenido que cambiar, porque estaban en mal estado… pero les hemos dejado la cerrajería original en la puerta. Hemos querido dar un toque moderno al restaurante, combinado con elementos que son de la historia del local.
¿Encontrasteis los azulejos en el mismo sitio en que están ahora?
Sí, en el mismo sitio. Estaban tapados… ocultos en la barra con capas de pintura y pladur. En cuanto limpiamos todo y descubrimos unas imágenes en unos azulejos de cerámica talaverana, al darnos cuenta que era parte de la historia del local, se nos ocurrió enmarcarlos con madera. Estaban sin enmarcar, y como la barra es de granito, no se distinguían muy bien. Por eso lo hicimos, para que los mosaicos se pudieran apreciar mejor.
También hemos puesto una parrilla de carbón, como antiguamente se llamaba el asador de las 5 leguas, para hacer algunos platos; no obstante la cocina la hemos adaptado a los tiempos más modernos.
¿Los clientes preguntan qué representan los baldosines?
Sí. Hay muchos que me preguntan, e incluso piden permiso para hacen fotos… Y los clientes que los conocían de antes, también están encantados al poder disfrutar de estos antiguos mosaicos, y toman fotos. De hecho, no hemos puesto taburetes en la barra para no tapar la vista de las imágenes.
Los tres murales aparecidos están compuestos por un conjunto de azulejos talaveranos elaborados por la empresa “Artesanía Talavera” (actualmente sigue funcionando), y representan: la Peña original del Dedo Gordo, una vista de la Atalaya de Torrelodones, y una recreación de la Fuente del Caño en su ubicación original.
Las otras imágenes, que faltan y que no han aparecido, son: la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, el puente medieval de La Alcanzorla, la antigua plaza de Toros, el Palacete de el Canto del Pico, así como un mural pintado por Mariano Blázquez copia de un dibujo de Pier María Baldi.
El histórico local
El lugar que ocupa este restaurante tiene su historia. En 1940, don José de Vicente Muñoz se encontraba alojando en esta casa cuando llego a tomar posesión de su plaza de maestro en Torrelodones. La propiedad —ubicada en la Calle Carlos Picabea, 11; actualmente Plaza de Epifanio Velasco número 5—, pertenecía a Timoteo Navarro “Cañamón”.
Posteriormente, probablemente el edificio debió de ser demolido y vuelto a edificar, porque en la ficha del Catálogo de Bienes Protegidos, consta que el año de su construcción es de 1964; y desde mayo de 1996, el inmueble está integrado dentro de dicho catálogo, con el nº 64, siendo su protección ambiental y esta descrito como “una edificación de una sola planta más cubierta. Sencillo volumen estructurado a base de muros de mampostería de piedra con grandes sillares de recercado de huecos y esquinas. Cubierto a cuatro aguas de teja curva”.