Una desagradable sorpresa se llevó Valentín este jueves sobre las 9:00 de la mañana al abrir su local, tal y como viene haciendo desde hace 20 años. Entró por la parte posterior a la cocina, y tardó unos instantes en relacionar las cosas que había fuera de su lugar habitual, con un robo. Al pasar a la sala y ver el desorden, con la máquina de tabaco y la tragaperras abiertas por la fuerza, ya no tuvo dudas. La puerta cerrada con un barril delante tal y como la había dejado, le hizo pensar por unos instantes que los ladrones quizás estuvieran dentro, pero por suerte no era así.
Tras llamarles, sobre las 9:10 h llegó la Policía Municipal que hizo fotografías, y poco después se personó la Guardia Civil.
Los ladrones habían entrado por la ventana que da a la Calle Real, tras forzar el cierre de la reja y los pestillos de la ventana acristalada. Por allí entraron y también salieron, llevándose todo lo que tranquilamente robaron. Los delincuentes no tendrían mucha prisa, pues incluso se tomaron un par de tercios de cerveza que dejaron vacíos sobre la barra.
Una vez destrozada la tragaperras, se llevaron todo el contenido. Estaba bastante cargada, así que por lo menos habría unos mil euros, se calcula. Lo mismo hicieron con la máquina de tabaco; llevándose las cajetillas y el dinero. Un fastidio no solo para el propietario del local, sino también para los dueños de las máquinas, pues no son cubiertas por los seguros. Como se ve en la imagen, la máquina de tabaco forzada era retirada hoy al mediodía.
También se llevaron el dinero de la caja registradora, incluso las monedas. Aunque abrieron y registraron todos los armarios —algunos de difícil acceso por la altura en la que están—, decidieron llevarse solo algunas botellas cerradas. De la cocina cogieron un rollo de bolsas azules para basura, y llenaron unas cuantas con su botín. Por el suelo quedaron los sobres con documentación, fotografías, y los papeles que registraron; quizás buscando más dinero.
El robo fue durante la madrugada, necesariamente después de la 1:30 h, pues a esa hora se fueron los trabajadores del local contiguo y no habían visto nada extraño. Tras el único robo que tuvo, 15 años atrás, Valentín había mejorado la seguridad del Velamar, y se sentía relativamente seguro por estar en la Calle Real.
Hoy a la hora del aperitivo, tras haber perdido la mañana entre la denuncia en el cuartel y las gestiones obligadas (compañías de seguros, cerrajero, etc.); mientras trataba de sacudirse la sensación de vulnerabilidad y el mal cuerpo que produce ver tu propiedad violentada, Valentín se alegraba de que al menos no le habían robado su nuevo TPV, ni la cesta que se sorteará con la lotería del Niño.
A ver cuándo ponen cámaras de vigilancia en la calle real, ya que de esta forma podríamos tener más información a la hora de recopilar datos de la fechoría. ¿Se tomaron unos tercios? Pues que los guarden por si hubiera rastros de saliva!! Alucino con que se hayan llevado botellas de alcohol… pone de manifiesto que se rien de nosotros y que campan a sus anchas por Torrelodones delinquiendo con toda tranquilidad… Es increible lo de este pueblo!! Gentuza ocupando casas de lujo, drogas a mansalva, robos, etc…
Hay que tomar medidas drásticas antes que se convierta en costumbre cotidiana el andar robando casas y negocios. Tenemos que conservar Torrelodones con lo que siempre ha sido. Un lugar apacible y seguro!!
Llevamos tiempo echando de menos a las patrullas de policía local y guardia civil. Mucho dinero que pagamos los ciudadanos por la seguridad y cuando más necesitamos la presencia de ellos es como si no existieran. Salvo para poner multas por memeces y obstruir la parada de vehículos cerca de los colegios para que los padres y madres recojamos a nuestros hijos.