Ayer lunes 16 de marzo, fue enterrado en el Cementerio Ntra. Sra. del Rosario de Torrelodones, monseñor D. José Ramón Fernández-Baldor y Hernando de Larramendi, que falleció el 14 de marzo de 2015, a la edad de 85 años. Fue sacerdote durante 64 años, y ejerció su ministerio como cura párroco de San Ignacio de Loyola durante 52 de ellos, hasta 2005. Fueron 52 años de servicio que dejaron una muy profunda huella en varias generaciones de torresanos, que con gratitud y cariño, le brindaron una despedida con merecidos honores.
Tras permanecer desde la mañana del domingo en la Capilla Ardiente instalada en los salones parroquiales, a la que se acercaron a rezar muchos fieles; después de celebrada la misa de 19:30 h, que al igual que todas las demás se dedicó al alma de Don José Ramón, sus restos mortales fueron trasladados junto al altar de la Iglesia, por una comitiva encabezada por el Padre Gabriel y por D. Pablo Urosa. Por indicación de D. Gabriel, el féretro fue ubicado de manera que D. José Ramón quedase mirando, no hacia el altar —como es habitual—, sino «hacia el Pueblo», como se coloca a los sacerdotes. Allí fue velado durante toda la noche.
«Lo fundamental de D. José Ramón no ha pasado, lo fundamental no ha muerto. Ha muerto su cuerpo», expresó monseñor Fidel Herraez, obispo auxiliar de Madrid, en su homilía de la misa “corpore insepulto” que se celebró ayer a las 11 horas en la Parroquia de San Ignacio de Loyola. «Le confió una misión muy especial el Señor, y especialmente en esta Parroquia», expresó el Obispo, y aludió a las innumerables ocasiones en que D. José Ramón acompañó a tanta gente en los últimos momentos de su vida; a cuántos había bautizado o dado su primera comunión, cuántos matrimonios, eucaristías y funerales había celebrado; allí mismo, en esa misma Parroquia. Monseñor Herráez recordó la ilusión que el difunto párroco siempre puso en el Colegio San Ignacio, de cuya «gran transformación» hoy podemos ser testigos, y en la Residencia Parroquial Santa María de los Ángeles; instituciones que fundó en el municipio, y a las que dedicó mucho esfuerzo y sacrificio.
«Venimos fundamentalmente a dar gracias por una vida entregada», expresó Monseñor Herráez al referirse a la eucaristía que estaba presidiendo, y que celebró junto a numerosos sacerdotes de Torrelodones, incluyendo a D. Apolinar, actualmente destinado en Villalba, y que coincidió durante nueve años con D. José Ramón y las Hermanas Auxiliares Parroquiales, en la Parroquia de San Ignacio de Loyola.
Al finalizar la ceremonia, la entrañable vecina y poetisa, Trini Muñoz, de 101 años de edad, dedicó emotivos recuerdos al párroco difunto. En esta oportunidad, no recitó como siempre lo hace, debido a que el día anterior se encontraba tan profundamente afectada por la pérdida, que no fue capaz de escribir una poesía para la ocasión.
El templo, completamente lleno vecinos, familiares, miembros de la parroquia y la comunidad educativa de San Ignacio y numerosas autoridades, brindó un caluroso aplauso de despedida a Don José Ramón, cuando al culminar la celebración, el féretro fue transportado desde el interior de la Parroquia hasta el coche fúnebre que le llevaría al Cementerio de Torrelodones. Fuera de la iglesia, esperaban decenas de jóvenes de Secundaria y Bachillerato de la sede del Colegio de Paseo Vergara, que salieron de sus aulas para despedirse cariñosamente del fundador de su colegio. En el joven corazón de cada uno de ellos, queda una llama encendida por Don José Ramón, que les acompañará por el resto de sus vidas, hasta trascenderlas; y gracias a la ayuda de toda la gente que continúa la misión que él inició, la semilla sembrada por D. José Ramón Fernández-Baldor y Hernando de Larramendi, fundador del Colegio San Ignacio de Loyola y de la Residencia de Ancianos Santa María de los Ángeles, continuará multiplicándose y derramando sus frutos.
En el cementerio, después de encomendar su alma, el Padre Gabriel García Serrano se despidió de su antecesor, diciendo: «José Ramon, hasta el día de la resurrección final».
El funeral por su eterno descanso tendrá lugar el próximo sábado 21 de marzo a las 19:30 horas, en la Iglesia de Ntra. Sra. del Carmen, en la Colonia de Torrelodones.
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