Los han talado todos. Eran muy grandes, con decenas de años, pero estaban «podridos» y huecos. Ante el peligro de que se caigan con un viento fuerte —el árbol entero o ramas—, desde la concejalía de Medio Ambiente de Torrelodones han decidido talarlos. Esta semana, entre el miércoles y viernes, se podía ver a los operarios cortando y cargando en camiones todos los chopos que estaban en la acera de la emblemática casa museo «Santa Teresa», que fuera residencia del novelista, poeta y académico, Ricardo León; en la calle Antonio Lasso.
Los chopos estaban enfermos, aparentemente es un hongo o alguna enfermedad que se van pasando unos a otros, por proximidad. Se forman agujeros en los que con la lluvia comienza a entrar agua, se van pudriendo, secando, y quedando huecos; como se puede observar en las fotografías.
«Santa Teresa» —la casa museo de Ricardo León— está en el término municipal de Galapagar, en el límite con la colonia de Torrelodones. La entrada principal está en la calle Antonio Lasso, que corresponde a este último municipio.
La casa de Ricardo León
Sobre el emblemático edificio, podemos leer en el blog Pasión por Madrid:
«Nos dirigimos hasta Torrelodones en busca de una de las residencias más impresionantes de la sierra madrileña. Se trata de la casa de Ricardo León (1877-1943), un novelista, poeta y académico encuadrado dentro del modernismo, que no es muy conocido en el momento actual, pese a que fue uno de los autores más prestigiosos y de mayores ventas de su época.
El escritor bautizó a la finca con el nombre de Santa Teresa, personaje por el que sentía verdadera pasión. Además, su cumpleaños era el 15 de octubre, día en el que la comunidad católica festeja a la santa abulense.
La mansión está situada en la Colonia del Rosario, como se conocía antiguamente a esta parte de Torrelodones, en la actual Calle de Antonio Lasso, justo en el límite con Galapagar.
Se encuentra cerca de otros palacetes, igualmente edificados a principios del siglo XX, como Panarras, que fue propiedad del político Manuel García Prieto (1858-1938); el Canto del Pico, donde vivió el coleccionista de arte José María del Palacio (1866-1940); o El Pendolero, que perteneció al estadista Antonio Maura (1853-1925).
La casa se convirtió en un importante foco cultural. A ella acudían figuras literarias de la talla de Jacinto Benavente (1866-1954), José Martínez Ruiz «Azorín»(1873-1967) o Camilo José Cela (1916-2002), que iba a ver a Ricardo León para pedirle consejo sobre la edición de su novela La familia de Pascual Duarte.
Otro de sus ilustres visitantes era el ya citado Maura, al que el escritor consideraba como su mecenas.
Pero Santa Teresa también fue escenario de hechos trágicos. El 9 de octubre de 1936 sufrió el ataque de un grupo combinado de milicianos y guardias de asalto, en el que resultó muerto Fernando León Garrido, hijo pequeño del autor, al ser aplastado contra una puerta.
La casa está levantada enteramente en granito, en forma de sillares en los vanos, en los esquinales y en la fachada principal, mientras que los muros se revisten con mampostería. Los tejados son de piedra de pizarra.
Estos materiales le confieren un aire inequívocamente escurialense, como el propio escritor se encargó de subrayar al referirse a la finca como su «pequeño Escorial».
Aunque tal vez el elemento más típicamente herreriano sea el enorme chapitel con el que se cubre la torre. Ésta es de planta cuadrangular y en su parte superior se abre un espléndido un mirador porticado, que se orienta al valle del río Guadarrama.
Ricardo León vivió en esta casa desde 1922 hasta su muerte, en 1943. Según sus propias palabras, “ya hacía bastantes años que tenía mi hogar encendido en esta quinta, que quise que fuera casa para vivir y morir, con la doble ilusión de un retiro apacible y de una labor espiritual que me dispusiera dignamente para el descanso eterno».
“Aquí, frente a las cumbres carpetanas, con el martillo sobre el yunque, vuelvo a sentir muy dentro los oleajes del mar, del mar sagrado de España”.
A pesar del tiempo transcurrido, Santa Teresa sigue manteniendo el esplendor de sus primeros días, gracias al celo de los herederos del escritor. En ella se guarda su archivo, con cientos de documentos sobre su vida y obra, además de numerosos objetos personales».
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Redacción: ¿Podrían ampliar la información?
¿Si los chopos estaban en el término municipal de Galapagar es el Ayuntamiento de Torrelodones competente para talarlos? ¿Hay un convenio entre ambos municipios? ¿Quién lo paga? ¿La reposición de los árboles talados quien la debe hacer y en qué municipio?
En la calle Antonio Lasso, la acera de la izquierda de Santa Teresa, es del Ayuntamiento de Galapagar. Hace 5 años vino la anterior alcaldesa de Galapagar (Carmen Toledano) a inaugurar una placa en la casa de Santa Teresa en conmemoración del escritor Ricardo León. Si no hubiese sido de Galapagar, de qué iban a poner una placa!
No discuto talar los chopos o alamos (no está claro), si estaban enfermos, pero es un verdadero dolor. Cuántas carreteras de España no se tocan por haber árboles centenarios. Es un desastre.
Pero todo el coste y arreglar el acerado cuando es de otro municipio… eso hay que verlo.
Curioso… chopo o álamo es lo mismo!