«Los Socialistas denunciamos la peligrosidad de la acera el pasado mes de diciembre, y solicitamos en pleno la instalación de una valla», comentan hoy desde el PSOE de Torrelodones.
«Los Socialistas hemos denunciado la peligrosidad de la acera que sube desde la Avda. de Valladolid hacia el Polideportivo y hemos solicitado la instalación de una valla protectora, que se instalará en los próximos meses, según confirmó el Concejal de Urbanismo en el pasado pleno», informan los socialistas locales.
«Son varias las ocasiones en las que los vehículos han invadido esta acera, llegando incluso a derribar farolas, como ocurrió hace un mes tal y como se ve en la imagen. Esta acera es muy transitada especialmente por niños que acuden al CEIP “Los Ángeles”, y no cuenta con ningún tipo de protección que la separe de la calzada. Además el bordillo es muy bajo, por lo que los vehículos la pueden invadir con mucha facilidad», estiman desde el Grupo Municipal Socialista. «Esperamos que la instalación de la valla protectora aumente la seguridad de los peatones», añaden los socialistas, y adjuntan la imagen de los restos de una farola derribada, señalizados con un cono.
En el turno de Ruegos y Preguntas del pasado miércoles 29 de enero, al ser interrogado por el portavoz socialista sobre esa cuestión, el Concejal de Urbanismo —Santiago Fernández— respondió que la valla «ya está presupuestada se instalará en las próximas semanas». El concejal también afirmó que la farola ha sido reparada.
La elocuente imagen que ilustra esta nota, en la que se ve volcado el vehículo que impactó contra la farola, es cortesía de nuestro lector Alberto N.
Esto empieza a sonar a chiste de escasa gracia. Y no lo digo por las haches del neblinoso concejal de urbanismo sino porque aquí cada valla, cada adoquín, cada baden que se instala tiene padre, madre, patrocinador y grupo político que lo avale.
¿Qué sucede, que nadie tiene una visión de conjunto?, ¿que hay que dejar que Actúa y PSOE «vendan» las migajas que se caen de entre los dedos vecinales?
Resulta bochornoso, por decir lo menos.