Esta mañana, sobre las 11:15 horas, tuvo lugar un accidente en la rotonda de Torreforum, en la colonia de Torrelodones. Un señor muy mayor, cuando fue a sentarse en el primer asiento de un autobús de la empresa Julián de Castro, perdió pie y cayó con la mala fortuna de golpear su cabeza por detrás contra un perfil, que le produjo una “brecha”, que a simple vista indicaba que requeriría puntos de sutura. Además, quedó en una posición muy incómoda, medio encajado en la estrecha zona de los escalones delanteros.
En realidad, aunque esta noticia que en sí –gracias a Dios- no tiene una mayor trascendencia, creemos que la tiene desde el punto de vista humano, y que sirve para destacar el excelente comportamiento, la calidad humana y la profesionalidad, de la conductora del autobús y del Servicio de Protección Civil de Torrelodones, así como la solidaridad de los vecinos.
Pepa –así se llama la conductora- venía sin pasajeros. Al caerse D. Santiago y verificar que requeriría ayuda, bajó del autobús e hizo señas a los coches que pasaban para que la auxiliaran. Inmediatamente paró un coche y su conductor le prestó ayuda mientras llegaban Policía Local y Protección Civil.
La contención que brindaron al herido, tanto los integrantes de Protección Civil como Pepa, son dignos de mención. Mientras intentaban detener la hemorragia y le hacían pruebas diagnósticas, le colocaban un “collarín” y lo depositaban sobre una camilla portátil, dieron aviso a la mujer de D. Santiago. El mismo paciente facilitó el número.
Aunque D. Santiago estaba perfectamente lúcido y hablaba de fútbol de los años 40, e inclusive bromeaba -“¿Está cómodo, Santiago, necesita algo?”, le preguntaban, a lo que respondió: “los Santos Óleos”-, la preocupación general era que pudiese tener alguna lesión ósea, pues sentía dolor en la espalda. Un rato después, sintió también algún mareo, quizás porque la tensión estaba baja para su edad (90/60).
Además de la profesionalidad de sus miembros, también nos llamó la atención el moderno equipamiento del vehículo de Protección Civil, donado al municipio por la firma Julián de Castro S.A.
A los pocos minutos llegó una ambulancia del SUMMA112, de la Comunidad de Madrid, y poco después, llego andando –ya que viven muy cerca-, la mujer de D. Santiago. Visiblemente nerviosa, como es lógico, manifestó que ella es médico de profesión. También estaba preocupada por la posibilidad de alguna lesión, ya que su marido sufre una artritis generalizada.
Especial mención merece la actuación de Pepa, sobre todo por el cariño con el que brindó contención y transmitía tranquilidad a la mujer de Santiago. Un vecino –Arturo Martínez Amorós-, que llegaba al Minifútbol, cuando vio que algo ocurría se acercó a ofrecer ayuda, como traer alguna bebida caliente a la mujer de Santiago.
Al final, se trasladó al paciente a la ambulancia para ser conducido al Hospital Puerta de Hierro. Su mujer, ya más tranquila, se dirigiría también hacia allí en su propio coche.
Desde estas líneas, esperando que esto no haya pasado de un susto, queremos desear a D. Santiago una pronta recuperación. Además, aprovechamos para felicitar a Pepa y a Protección Civil por su calidad humana y profesionalidad, así como a la Policía Municipal -que intervino dirigiendo el tráfico para evitar otro accidente-, y a los vecinos que se ofrecieron a colaborar.
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Los abuelos deberían sentarse en los asientls reservados, estoy hasta las narices de que pongan mala cara cuando no tienen «su asiento». Se empeñam en sentarse ahí y luego pasa lo que pasa