Un lector nos cuenta la agresión que sufrió, para que los vecinos estén en “alerta”. El pasado jueves, Fernando, un vecino de la colonia de 30 años, delgado y de complexión mediana, volvía de ver un partido de baloncesto en Madrid. Llegó a la Estación de Torrelodones a las 12 de la noche, en el último tren. Junto a él, se apearon –a lo sumo- otras tres personas.
Se puso a andar hacia su casa, mientras escuchaba música en su MP3, por las solitarias calles de la colonia, donde reside desde toda la vida. Subió las escaleras que comunican la calle Javier García de Leániz (la de las Escuelas Vergara), con el Paseo Vergara (la calle de la Parroquia y el Colegio San Ignacio). A la altura de esas escaleras, aproximadamente,confluyen el Paseo Vergara con la Av. de Torrelodones.
En ese lugar, a sólo un centenar de metros de su casa, sintió que lo cogían con fuerza desde detrás, y en un primer momento pensó que se trataba de la broma de algún amigo. Pero no fue así.
La persona tiró de él hacia atrás hasta que cayó al suelo, mientras le abrazaba el cuello fuertemente y le repetía “¡El móvil rápido, el móvil rápido!». Era “un chaval de unos 20 años, y me quitó el móvil y el MP3”, relató la víctima. “Te cogen desprevenido y no sabes si es uno, dos o cuántos…». Fernando, que tenía los auriculares, y como hacía frío, también una capucha. Iba tranquilo y ajeno a lo que pasaba alrededor, cuando fue sorprendido. «En ese momento, en que medio te están ahogando con el brazo, les das lo que sea…”, afirma Fernando.
Es una zona muy mal iluminada. Después de robarle, el ladrón se perdió en la oscuridad del Paseo Vergara, mientras que Fernando siguió camino hasta el cuartel de la Guardia Civil, donde presentó la denuncia. Allí, describió a su atracador –lo poco que pudo retener en la oscuridad-. No sabe si era un extranjero o no, pues “hablaba muy bien español”.
En el cuartel preguntó si esto era habitual, pues es la primera vez que a él le pasa algo así. Le respondieron que ahora «hay bastantes robos y atracos”.
“Quizás si estuviera más iluminado, y la gente más alerta, se evitarían estas situaciones», considera Fernando. “Sin exagerar, pero hay que tener un poco más de precaución en estos días. Las cosas están muy mal para todos…”, recomienda. Él, a partir de ahora, dejará de estar aislado con la música, y prestará más atención, asegura.
El robo de móviles en la zona de la Estación, no es algo nuevo. Hace un año, la Guardia Civil logró detener a un ladrón de móviles que amenazaba a los jóvenes con una navaja para conseguir su propósito. En septiembre del año pasado, en ocasión del «alunizaje» a la farmacia de Enrique Casado, los vecinos también comentaron de la existencia de una «banda» que robaba móviles.
Tras la denuncia, Fernando llamó a su compañía de telefonía para bloquear su número. Además, Fernando, que es “Teleco” y conoce el tema, afirma que los teléfonos tienen un número único mediante el cual la empresa puede bloquear el terminal y que ya no pueda ser utilizado. «Al menos queda inutilizado para todas las redes en Europa». Lo malo es que -según le comentaron en la Guardia Civil-, no funciona bien el sistema, pues las empresas no suelen bloquear los terminales, lo que favorece que se puedan vender los móviles robados.
