El viernes 28 y sábado 29 de septiembre 2012, el Teatro Bulevar de Torrelodones acogió una doble velada artística en la que los amantes del flamenco brindaron un intenso homenaje a Eduardo Serrano Iglesias «El Güito» (Madrid, 1942), por sus cincuenta años en escena. El Güito -bastión madrileño del Flamenco, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad- se encuentra fuertemente vinculado Torrelodones. En esta localidad del noroeste de Madrid, tiene su sede una Peña que lleva su nombre: «Peña el Güito de Torrelodones«.«El primer día de los más inolvidables. Fueeeee graaaaaandeeeeee. Muy grande! Gracias a todos por hacernos disfrutar tanto!», expresaba con vehemencia la Peña El Güito en su muro de Facebook, tras la primera jornada. «Reventásteis el teatro con tanto arte, sí señor. Gracias Maestro», añadía Cecilia Martinez Losa.
«El viernes no pude asistir, pero el sábado fue memorable», comentaba el lunes el autor del blog especializado: «lo jondo por derecho«, antes de describir el espectáculo: «La noche empezó por soleá, con Ángela Españadero, siempre en ese difícil papel de romper el hielo, abrió la noche y eso siempre cuesta, Jesús Carmona nos bailó por Tarantos, este joven bailaor, recientemente ganador del Festival de las Minas, dejó fuerza expresiva en el escenario. Pepa Molina, con traje de época conmemorando la Constitución Española forjada en Cádiz, nos dejó la Farruca, con las guitarras una española, la otra flamenca, sin voces en el acompañamiento, todo arte en ese momento sobre el escenario.
Marcos Flores, siempre artista humilde, sencillo, con personalidad y sobre todo innovador acompañado solo por el cante y las palmas, sin guitarra nos hizo cantes de Trilla y posteriormente Martinetes muy bien rematados con Liviana, la voz de Gabriel de la Tomasa y las palmas de La Tacha, fueron el complemento idóneo», describe el mencionado blogger.
«José Luís Montón, que previamente acompañó a Pepa Molina, hizo dos solos de guitarra, por Soleá y por Colombianas. Su toque justamente medido es innovador pero a la vez es puro. Toque limpio, con solvencia, con maestría y con mucho duende», añadió.
«Inmaculada Ortega bailó el Zorongo, esos bailes que hoy poco a poco se van perdiendo, manejó la bata de cola con tal soltura que parecía hacerla volar sobre el escenario sin grandes pretensiones, solo lucirla para ese baile, para el Zorongo».
«La noche la cerró Domingo Ortega, consumado bailaor que con el tiempo está adquiriendo una mayor profesionalidad artística, se está convirtiendo en uno de los puntales del flamenco. Bailó por Alegrías, disfrutando del escenario, con elegancia bajo un traje blanco, demostró que las Alegrías hay que bailarlas con aire «dame aire» dicen algunos artistas en la guitarra, él le daba aire a su baile», expresaba el especialista al describir la velada.
Por razones de salud, el sábado no pudo actuar según lo previsto, Pitingo.
El Güito salió al final, dando las gracias a todos los que han hecho posible este homenaje, y por supuesto recibió un ramo de flores del Ayuntamiento de Torrelodones y otro de sus nietos. «Emotivo homenaje que se cerró con unas «pataitas» como se dice en el argot flamenco con la novedad de que él mismo se cantó y bailó unas bulerías cerradas con el recuerdo del estilo y las letras del cantaor Bambino», finaliza diciendo el bloguero flamenco.
Del artístico homenaje, nuestro colaborador juanangelTC captó algunas imágenes. Solo unas pocas, respetuosamente sin flash, pues no quiso rasgar la magia del ambiente. Se pueden ver en la siguiente galería, junto a otras de los artistas y amigos celebrando, que han sido cedidas por la Peña El Güito de Torrelodones.
[flagallery gid=30 name=Gallery]
Notas relacionadas: El Homenaje a El Güito reunirá en Torrelodones el flamenco de más alto nivel
