En la mañana del 22 de diciembre, en las instalaciones del Minifútbol de Torrelodones, se disputó un torneo triangular de fútbol que enfrentó a la Policía Local, la Guardia Civil y los Concejales de la Corporación Municipal de Torrelodones.
El primer partido, tras un empate (Policía Local 4 – Guardia Civil 4) se prorrogó 5 minutos más, pero no hubo goles, así que se decidió continuar hasta que alguno metiese gol, lo que hizo la Policía Local, quedando ganadores por 5 a 4.
El segundo partido, se jugó entre los Concejales y la Policía Local. El Equipo de Gobierno estuvo a punto de quedarse sin su Concejal de Medios y Atención al Ciudadano, tras caer éste sobre sus costillas, que estaban terminando de recuperarse de unas fracturas que se le habían producido anteriormente, en un partido de frontón. Pero solo fue un susto y pudo continuar jugando. El resultado final del encuentro fue: Concejales 2 – Policía Local 9.
El último partido enfrentó a los Concejales y a la Guardia Civil, finalizando con el resultado: Concejales 1 – Guardia Civil 9. Cuando el partido estaba a punto de acabar, uno de los jugadores del equipo de la Guardia Civil (Agustín), sufrió un desmayo. Ayer por la tarde permanecía ingresado. Esperamos que a estas alturas ya esté completamente repuesto. Es que en estas gestas deportivas, se nos suele olvidar que ya hemos superado los 18 años… Javier García de Leániz, inmediatamente sacó el desfibrilador adquirido hace pocos meses, pero por suerte no hizo falta utilizarlo.
De todas formas, aunque resultó vencedora la Policía Local, evidentemente las fuerzas estaban muy equilibradas con la Guardia Civil. Diferente es el caso los Concejales, que a pesar de tener un par de figuras, no hicieron un papel demasiado brillante.
El torneo fue una excelente oportunidad para afianzar los lazos entre tan importantes actores del quehacer municipal. Ver -por ejemplo- a los integrantes de grupos políticos a veces antagónicos, jugando codo con codo en pos de un objetivo común, es muy esperanzador. Eso si, esperamos que cuando el «objetivo común» sea el bien de Torrelodones, tengan un poco más de acierto.