Rápido, eso sí. Y sin el «papamóvil». Pero no importa, muchos consiguieron verlo y otros se conformaron con sentirle cerca. Pasó bajo los puentes de la A6 a la altura de nuestro municipio y seguro que vio -a la ida y a la vuelta de su viaje a El Escorial- a muchos torresanos saludándole y los carteles de agradecimiento por su visita que con tanto cariño le prepararon las parroquias de la Asunción y San Ignacio y los vecinos del pueblo. Con seguridad, al ver la gente, su mano habrá trazado el característico signo de la Cruz con el que suele enviar su bendición apostólica a los que le esperan -a veces horas- para verle pasar.
A su paso de ida a El Escorial, los puentes estaban abarrotados de peregrinos y torresanos (fotos de la derecha). A la vuelta, había menos gente, pero igual de entusiasmada. Nuestro fotógrafo colaborador juanangelTC captó con su objetivo la emoción del momento (fotos de la izquierda).