sábado, 21 diciembre 2024
InicioCulturaHistoria de la Tauromaquia en Torrelodones

Historia de la Tauromaquia en Torrelodones

Nos complace publicar un nuevo artículo cultural de Fernando Villaverde; que como siempre toca temas de la Historia de Torrelodones, destacando curiosidades que resultan de gran interés. En esta oportunidad,  a muchos nos sorprenderá descubrir que desde Torrelodones salían toros hacia la mayoría de plazas de España (y alguna de más allá); o que llegó a haber dos plazas de toros en el municipio, en cuya arena han toreado renombradas figuras del mundo taurino —como se puede ver más abajo en un vídeo del NO DO—. Se reproduce a continuación el artículo de nuestro colaborador, Fernando Villaverde Martín:

Los españoles para celebrar cualquier fecha importante siempre buscamos actividades que nos llenen de alegría, bien sea reuniones con la familia o con los amigos en torno a una mesa disfrutando de una buena comida, o también lo celebramos bailando… Y si ya son grandes eventos como fiestas patronales o a nivel nacional, la gran celebración por antonomasia es la llamada “La Fiesta Nacional”, las corridas de toros, novillos o becerros; que no podían faltar en cualquier ciudad o pueblo por muy pequeño que fuera.

”Según Estrabón la Península Ibérica se asemeja por su forma a una piel de toro”

La Historia de la Tauromaquia en

TORRELODONES

En este artículo quiero dar a conocer las primeras noticias relacionadas con los toros y los toreros, y aportar algunos datos sobre la historia de la tauromaquia en Torrelodones.

La Tauromaquia engloba una serie de actividades relacionadas o vinculadas al toro de lidia. Para la RAE “es el arte de lidiar toros tanto a pie como a caballo” pero también comprende las reglas del toreo, la cría del toro de lidia, los vestidos de torear, el diseño gráfico del cartel taurino, la literatura, las artes plásticas, etc.

Esta fiesta está en la naturaleza de los españoles. Tenemos noticias de grandes efemérides en tiempos de la Edad Media, que ya se celebraban con corridas de toros. Por supuesto, estas primeras corridas se desarrollaban de manera distinta a las actuales: en esa época los toros se lidiaban a caballo, y eran los caballeros o los reyes los que participaban en ellas. El pueblo llano —como no tenía caballos—, usaba cualquier tipo de ropa para llamar la atención del toro; y así nació el toreo a pie, como actualmente lo conocemos.

Don José de Vicente Muñoz, cronista oficial de Torrelodones, tuvo la oportunidad, en varios años que fue solicitado por el Ayuntamiento de Torrelodones, de dar los pregones de las fiestas tanto del pueblo como de la Colonia. Como pregonero, aparte de hablar de los monumentos que hay en el pueblo, también tuvo palabras para recordar y rememorar algunos datos de la antigua plaza de toros que había en Torrelodones.

La Plaza de Toros de Torrelodones

Las primeras noticias que tenemos de la existencia de una plaza de toros en Torrelodones son del año 1882, en un pregón de don José de Vicente Muñoz en las fiestas del pueblo, donde entre otras cosas decía: ”Os estoy hablando desde el lugar que fue centro de aquella Plaza en que se corrían toros, novillos y becerros desde tiempo inmemorial,… donde con carros y tablones se hacía el espectáculo,… y que fue cerrada con tapia de piedra de dos metros de altura por ochenta centímetros de grosor en el año 1882”… es decir, varios años antes que “Frascuelo” se viniese a vivir aquí; se hizo aquella Plaza por prestación personal y con piedras sacadas de la calle Real”…(La cual desapareció al hacer el nuevo Ayuntamiento).

Para hacernos una idea de la misma, adjunto dibujo realizado por Don José de Vicente Muñoz en su libro. En esa plaza de piedras se celebraron las corridas de los festejos hasta que desapareció al hacer el nuevo Ayuntamiento.

Al no tener plaza de toros, en las fiestas se instalaban plazas provisionales. Cuando eran las fiestas del Carmen en la Colonia, se montaba una en terrenos cercanos a la actual Casa de Cultura, donde en esa época estaba ubicado el antiguo Casino, según documentación consultada”la Plaza provisional, radicante en la proximidades de la Carretera de Torrelodones a la Estación del ferrocarril en el km 1“…; en las fiestas de la Asunción del pueblo, la plaza se montaba en un lateral del Ayuntamiento …”En la plaza provisional, situada en solar que linda con el muro testero de la Casa Ayuntamiento.”… o …”instalada en la calle Carlos Picabea… con una capacidad de dos mil quinientas localidades”…

Estas plazas de toros portátiles (provisionales) tenían que tener el visado del Colegio Oficial de arquitectos de Madrid, para poder celebrarse el festejo correspondiente.

…”FRANCISCO LECINA LOPEZ, Arquitecto Colegiado número 558 en Madrid

Como resultado de la inspección ocular practicada para reconocer las construcciones y tablados de la plaza provisional de Torrelodones, ejecutados para celebrar las fiestas de toros, he podido apreciar que los mismos tienen las necesarias condiciones de resistencia y estabilidad estando construido conforme a las reglas del buen arte y prácticas de la construcción, no habiendo inconveniente por parte del que suscribe para que se celebren las referidas fiestas los días 16 y 17 del mes en curso.

Y para que así conste y surta los efectos oportunos remito el presente en Madrid a doce de agoste de mil novecientos cuarenta y tres.”…

Los empresarios de la plaza de toros instalada en Torrelodones, tenían la obligación de reservar un palco para el Alcalde según la orden de 15 de Marzo de 1962, por la que se aprueba el texto refundido del NUEVO REGLAMENTO DE ESPECTACULOS TAURINOS, en las plazas de toros:

…”Art. 52 La Empresa estará obligada a reservar para cada festejo un palco al Alcalde. Quedaran excluidos también de la venta: el palco destinado a la Presidencia; otro para el piquete de la Guardia Civil; 2 para quien hayan de prestar Auxilios espirituales; y los precisos para equipo quirúrgico y personal facultativo veterinario. Tendrán entrada gratis en las plazas los Jefes de la Guardia Civil o Guardia Municipal y funcionarios y fuerzas de servicio a sus órdenes”…

En 1971 aún quedaban restos del antiguo corral del Concejo en la trasera del Ayuntamiento como podemos apreciar en la primera foto.

Actualmente (noviembre 2022), no hay plaza de Toros en Torrelodones; pero ya en el periódico ABC de 1913, venía a decir lo mismo: ”Torrelodones tenía dos plazas de toros con el encanto de lo sencillo y primitivo y hoy 26/01/1913 no tiene ninguna…».

El Encerradero de toros y Eulogio Oñoro y Oñoro en Torrelodones

El pueblo de Torrelodones no solo fue conocido por residir aquí el famoso matador de toros “Frascuelo”, de quien ya hablé en un artículo publicado con motivo del aniversario de su muerte (https://torrelodones.info/2018/03/08/tal-dia-como-hoy-hace-anos-fallecia-el-famoso-torero-frascuelo/), sino que también tuvo un destacado y predominante lugar en tauromaquia —durante 63 años— por su famoso encerradero de toros.

Frascuelo llego a Torrelodones en 1890, pocos años después en 1894, se construyó un encerradero para los toros de lidia en la finca “Los Corrales”, propiedad de Eulogio Oñoro y Oñoro ubicada al final de la estación en La Colonia, y que desapareció durante la guerra de 1936.

Pero… ¿Qué era un encerradero? La primera noticia que aparece sobre el encerradero y su construcción en Torrelodones nos la encontramos en el periódico El Cantábrico el 20 de abril de 1894, donde podemos leer:

…”Nuevo Encerradero. Se ha construido en Torrelodones un nuevo encerradero de toros para encajonarlos con toda comodidad y sin exposición ninguna para el ganado ni para las personas que se ocupen en dicha faena. Hay un perímetro perteneciente al dueño del local espaciosos corrales, prados con pastos y aguas abundantes para el descanso de las reses y todo género de facilidades y ventajas para los ganaderos y las empresas taurinas. Estas pueden dirigirse al señor Oñoro, San Millán, de Madrid.

Hay distintas etapas en los preparativos de las corridas de toros. Antes de cada festejo taurino, hay una serie de operaciones para trasladar a los toros a las plazas correspondientes donde ha de celebrarse la lidia. Primero los toros son seleccionados por los matadores y sus representantes en las grandes dehesas de los ganaderos donde están pastando; y de allí son conducidos al encerradero más cercano, donde descansan hasta el traslado a pata o en camiones o trenes, al pueblo o ciudad donde han de ser lidiados.

Años más tarde, podemos leer otra reseña el 4 de mayo de 1898 en el diario la Opinión de Salamanca:

“En Torrelodones se ha construido un magnífico encerradero de Toros bravos, con espaciosos corrales, prados con pastos y aguas abundantes.”

La fama del encerradero de Torrelodones fue creciendo, y el 7 diciembre de 1901 en el periódico El Adelanto de Salamanca, leemos algunas curiosas estadísticas relativas al número de toros que fueron encajonados y las corridas que se celebraron con esos animales:

…”Según estadísticas que tenemos a la vista, desde el 9 de Junio de 1898 hasta la fecha, (diciembre 1901) fueron encajonadas en el encerradero que en Torrelodones poseen los señores García y Oñoro, un total de mil ochenta y siete bichos de las mejores ganaderías.

No hubo que lamentar ningún percance en las faenas, contribuyendo a esto, sin duda, el contar dicho encerradero con personal apto y experto, doscientos cajones amplios y cómodos, una gran dehesa que produce excelentes pastos y agua abundante, chiqueros y corrales hechos ad hoc.

Felicitamos a los señores García y Oñoro por el éxito conseguido con su encerradero, modelo entre los mejores de España».

Una descripción más pormenorizada del encerradero de Don Eulogio Oñoro, aparece en una revista de 1906

…”una de las operaciones más importantes y que más cuidado exige, es el encajonamiento de los toros, para poderlos conducir más rápidamente al sitio destinado para su lidia.

El encerradero se encuentra en Torrelodones (Madrid). Todo él es de piedra, hallándose el edificio en medio de un frondoso monte, que lo hace muy pintoresco. Los toros, antes de encajonarlos, descansan un pequeño rato en un cerrado, colindante con el edificio.

Dada la voz para empezar todo el mundo ocupa sus puestos, abrase la puerta del primer corral y entran en tropel los toros arropados por los cabestros, enseguida se les separa de estos, dejando solo a los toros que se van a encajonar, conseguido esto (que no es poco), los vaqueros van dejando pasar uno a uno los bichos a otro corral más reducido, pasando de este a una especie de callejón dividido en cuatro compartimentos con sus puertas respectivas de comunicación, en cada compartimento hallase otra puerta por la cual se adosan los cajones que los han de conducir…”.

Estos cajones donde eran introducidos los toros, fueron inventados por Don Pascual Mirete, conserje y maestro carpintero de la plaza vieja de Madrid, la de la puerta de Alcalá. El primer traslado que se envió como prueba, el 26 de Junio de 1863, fue un sobrero a Barcelona. Tanto fue el éxito de esta prueba, que a partir de entonces todos los toros se trasladaron en cajones. …”Hasta entonces eran conducidos los cornúpetos a pata, aunque tuviesen que ir desde Cádiz a Gerona… para su traslado con cabestraje y personal competente, por vía pecuaria».

Un ejemplo del tiempo que tardaban en llegar los toros a pata de Sevilla a Bilbao: ”tardaban las corridas tres meses: uno, de la capital andaluza a la provincia de Madrid; otro aquí en Madrid de descanso, y el tercero a Bilbao. El cajón vino a reducir los meses a días…”.

Los cajones se llevaban al muelle de la estación rodando tirados por una yunta de bueyes o mulas. Allí, mediante grúas cargaban en el vagón del tren los cajones y los acompañaba el mayoral, para dar de comer y beber a los animales durante el trayecto. Cuando llegaba el tren a su destino se descargaban las jaulas, llevándolas rodando hasta el coso taurino donde se lidiaran posteriormente. Asimismo, se embarcaban las jaulas en los barcos y también en camiones preparados al efecto.

En 1935 falleció en Torrelodones don Eulogio Oñoro y Oñoro, está enterrado en el cementerio de Torrelodones con su mujer Cándida Richart Guijarro.

Pocos años después de la muerte de Eulogio Oñoro, nos encontramos con una breve descripción del encerradero en un artículo de la revista taurina; firmado por “Areva” y publicado en 1948: ”amplios corrales, buenos caballos y cabestros por si hacían falta, centenares de jaulas, taller de herraje y carpintería, yuntas de bueyes para arrastrar las jaulas hasta la estación y cuantos detalles exigían las operaciones del encierro, enjaule, trasporte y facturación de las reses con las máximas garantías…”.

Cuando los transportes de los toros se hacían a pata y los toros llegaban hasta la estación de tren de Torrelodones en la Colonia, el escritor taurino Luis Fernández Salcedo en 1955, en uno de los Cuentos del viejo mayoral, titulado “El caminante despreciativo” y publicado en la revista “El Ruedo”, nos describe una pequeña parte de cómo era ese traslado de los toros de lidia, por las tierras del vecino Hoyo de Manzanares hasta llegar al encerradero de Torrelodones: ”…lo que nos pasó un día en la caída a Torrelodones… Te lo voy a referir con detalle… En aquellos años aún no había comprado don Ricardo Amores su automóvil y el viaje de los señoritos tenía lugar en la jardinera (carruaje de cuatro ruedas y cuatro asientos, ligero y descubierto), arrastrada por dos mulas poderosas, bajo la batuta de Julián, “el Rubio”. Todo estaba meditado y aquilatado. El coche arrancaba a las ocho y media. A nosotros, los que íbamos con el ganado, nos daba alcance a la entrada del Monte del Hoyo. Y como nuestro paso era más corto, pero el camino que llevábamos bastante derecho, poco antes de la casa del guarda del conde de las Almenas. La jardinera esperaba allí quince o veinte minutos hasta nuestra llegada, y entonces los ocupantes se bajaban del carruaje para estirar las piernas, después de tres horas de coche; y al objeto de dar un respiro a las mulas bajaban hasta Torrelodones tras del ganado, componiendo una zaga de mucho prestigio…”.

…”convenía estar preparado por si algún toro se volvía o maquinaba algún desaguisado, ya que precisamente allí en la casa del guarda del Canto del Pico, el compromiso principiaba.”…

”Habíamos llegado al Barrio Vasco. Antes de cruzar la carretera general se subieron al coche con objeto de avisar en casa de Oñoro de nuestra inmediata llegada, para que todo estuviera a punto. El embarque se hizo sin novedad”.

Durante el tiempo que estuvo en funcionamiento el encerradero de Torrelodones, los astados llegaban a muchas plazas de toros de España, como: A Coruña, Burgos, Castellón, Gijón, Hellín, Lugo, Pontevedra, Salamanca, Santander, Valencia, Valladolid, Vinaróz, Vitoria, Zamora, e incluso a la ciudad francesa de Rubaix (municipio francés situado en el departamento de Nord y la región de Alta Francia, cerca de la frontera con Bélgica). La distancia Torrelodones-Rubaix (1513,9 km). 15 h 18 min.

Corridas de toros en Roubaix

A partir de 1893, la tauromaquia conoció una moda efímera en el Norte de Francia, y especialmente en el pueblo de Roubaix, donde se organizaban concursos.

Más que una tradición que se remonta a los soberanos españoles que reinaron en el norte de Francia, debe entenderse como un efecto de la moda de finales del siglo XIX de las regiones del norte. Las corridas de toros tenían lugar en las arenas, hoy desaparecidas, que habían sido erigidas en 1888 en la rue Pergolèse, junto al actual velódromo.

El día 1 de julio de 1901 se informaba en La Correspondencia de Alicante, que los toros salieron de Torrelodones y serían lidiados en la plaza de Rubaix (Francia), ante un aforo de 12.000 personas.

«Doña Tancreda va ventajosísimamente contratada y en compañía como es natural, del simpático “Chispa”, que simulara la suprema suerte.

En la primera plaza donde harán los dos su presentación, será en la de Rubaix, en cuyo circo caben «la friolera» de dieciocho mil personas.

Esa fiesta celebrarase el día 30 del corriente y los toros que han de ser lidiados salieron anteayer de Torrelodones. Esta corrida no tendrá el atractivo de la suprema suerte ni habrá picadores. Únicamente serán banderilleados por diestros de gran nombre, y simulada la suerte de matar por el valiente novillero “Chispa”».

Corridas de Toros y novilladas celebradas en Torrelodones

Las primeras corridas de toros, como hemos dicho anteriormente, fueron originadas por los caballeros quienes jugaban con las reses a caballo durante las celebraciones, usando al toro a modo de enemigo; siendo aquel un medio de adiestrarse en doma para la guerra, practicado por los jinetes.

Organizar un festejo taurino no era una tarea fácil. Al Ayuntamiento llegaban multitud de ofrecimientos de apoderados donde ofrecían los servicios de sus toreros adjuntando en algunos casos folletos o programas de fiestas de otros lugares donde los diestros hubieran actuado. «Pongo a su disposición al matador de novillos de moda y de mucho cartel José García “Algabeño” justificado por sus éxitos…”.

También los ganaderos ofrecían la bravura de sus reses, describiendo su estampa.

”El Ganadero Juan José Fernández Duran (Marqués de Tolosa)…, ofreciendo el ganado de lidia de las distintas edades y peso, que posee en los prados de su finca “Perales del Rio”, como igualmente dispone de embarcadero propio; una organización completa para su traslado con cabestraje y personal competente, por vía pecuaria o de Camionaje si ha de ser trasladado por carretera. Madrid 16 Julio de 1944”.

Desde el Ayuntamiento, en estas épocas en que estoy contando, por tradición y para cubrir las fiestas de la Colonia y el pueblo, ”se costean con fondos municipales y también con donativos voluntarios del vecindario, pequeño comercio, contribuyentes y veraneantes”.

”El Ayuntamiento daba 250 pesetas para toros, toreros, cerramiento de la plaza y otros espectáculos…”, y «cuando las fiestas empezaban con el encierro, en que siempre se escapaba algún toro y teníamos que buscarle por Cantos Negros, el Peñalar o los Peñascales, acompañados por las vacas de Victoriano Velasco, que eran las únicas que había…”.

Así mismo, el Ayuntamiento de Torrelodones tenía que mandar un escrito a la Dirección de Seguridad, comunicando cuando se celebraban los festejos y el motivos de su celebración. ”El día TREINTA Y UNO DE JULIO del presente año, (se celebrara) un festival taurino en Torrelodones (Colonia), con motivo de la festividad de San Ignacio de Loyola”.

La primera noticia que he podido encontrar sobre la celebración de una corrida de novillos en Torrelodones aparece en el Diario de la Marina del 11 de agosto de 1905, donde nos cuenta qué:

”Del 15 al 17 del corriente mes, se celebrarán en Torrelodones grandes festejos, en honor de la Virgen de la Asunción. Como otros años, se celebraran corridas de novillos, bailes públicos, dianas, iluminaciones, fuegos artificiales y elevación de globos».

En agosto de 1908 se celebró un festival taurino en Torrelodones, en el que actuó el novillero Facultades, resultando cogido. Días más tarde, en septiembre, tenía que actuar en una corrida con Manuel Torres (bombita Chico); y no apareció por el motivo citado anteriormente.

En 1910 hay dos fotos sobre ”una corrida de toros en la plaza del pueblo con motivo de las recientes fiestas”.

Posteriormente, el 16 de agosto de 1912 en el periódico El Debate, podemos leer: ”Han comenzado en Torrelodones las fiestas organizadas en honor de su Patrón, San Roque, que duraran hasta mañana, día 17. Habrá fuegos artificiales, fiestas religiosas, verbenas y una corrida de novillos, que se verificara hoy viernes, festividad del santo”.

Al comenzar el año de 1913 se celebró en Torrelodones —en la finca de don Eulogio Oñoro—, una fiesta organizada por Juan Corrales y el Sr. Acedo, dedicada a Ricardo Torres (Bombita), a la que asistieron numerosos admiradores del torero; según recogía el ABC en su edición del día 26 de enero.

En las fiestas de la Asunción de 1916, en la corrida desarrollada el día 18 de julio, se indica qué: ”Las reses de Montoya fueron buenas, pero el diestro Boli perdió el tren y no pudo llegar a Torrelodones. Le sustituyo Faroles que estuvo bien”, según la reseña del Anuario taurino.

En la Revista taurina La Lidia, el 29 de julio de 1918, se leía la noticia: «En Torrelodones, en los en los días 17 y 18 del corriente, toreó en aquella localidad el valiente novillero Antonio Pardal el cual obtuvo dos éxitos ruidosos en ambas corridas. Despachó a sus adversarios de grandes estocadas…». «Toreó y puso pares de banderillas, siendo todo ello muy aplaudido. Las dos tardes fue sacado en hombros por el pueblo, que quedo entusiasmado de la gran manera de torear este novel diestro».

Otro festival taurino tuvo lugar en Torrelodones, en el encerradero de Oñoro citado anteriormente, actuando el matador bilbaíno Fortuna quien…«banderilleó y estoqueó muy bien un toro de José Aleas»…y estuvo acompañado por su sobrino al que le soltaron un novillo, y «demostró, a pesar de solo tener catorce años, que reúne sobradísimas condiciones para llegar a ser un gran torero», como bien recoge el diario valenciano El pueblo en su edición de enero de 1923.

Desde Cáceres, el periódico Nuevo Día del año 1931, comunicaba la noticia de que Santiago Núñez “Rosalito” estuvo en las fiestas de La Colonia de Torrelodones, lidiando dos novillos… «con edad, tipo y trapío de toros».

Cuatro años más tarde —en agosto de 1935—, se relataban en El Debate las cogidas de dos novilleros en las fiestas de la Asunción de Nuestra Señora en Torrelodones, por el mismo novillo; y se comentaba que el sobresaliente que termino con la res, estuvo mal. «Dos cogidas en Torrelodones. Se ha lidiado un novillo de la viuda de Arribas. Al poner banderillas, Vicente Lezaun, “Rosarito”, resulto con un puntazo en la ingle de pronóstico reservado. El matador Joaquín Catalá sufrió también una cogida. El sobresaliente Pablo Garduño, que se encargó de despachar al bicho, estuvo mal».

Los festejos taurinos también se hacían con fines benéficos, como el celebrado en septiembre de 1949. Ampliamente difundido por los medios de comunicación como el ABC, incluso se recogió en el “NO DO”. En él participaron desinteresadamente sin cobrar, los tres hermanos Dominguín: Domingo, Pepe y Luis Miguel, que en esta época ya había tomado la alternativa, no así sus dos hermanos que seguían siendo novilleros. Toda la recaudación de este evento fue para las obras de la nueva parroquia de Torrelodones.

«Festival Taurino en Torrelodones. Para mañana, viernes, está anunciado, a las cinco de la tarde, un festival taurino en Torrelodones, donde se ha levantado una placita. Se lidiaran cuatro novillos de D. Domingo González para los tres hermanos Dominguín; que torearan desinteresadamente. La fiesta es en beneficio de las obras de la nueva parroquia».

En el siguiente enlace de TVE, se puede ver la noticia de la fiesta benéfica en Torrelodones. Como en el NO-DO hay otras noticias, hay que verlo desde el minuto 1:20. «Fiesta taurina un espectáculo de carácter benéfico. Becerrada en Torrelodones»

https://www.rtve.es/filmoteca/no-do/not-354/1465244/

En Torrelodones se instauro en 1958El trofeo Los Peñascales”, consistente en una monumental copa de plata de 25 a 30 kilos de peso, a la que se habrán aumentado aros de oro macizo, todo ello con un valor superior a las 300.000 pesetas; instaurado por Don Gabriel Enríquez de la Orden. Esta noticia aparecía en número correspondiente al 17 de mayo de 1958 de El Diario de Burgos donde nos explica que ”está en marcha con la iniciación de las corridas de San Isidro en Madrid. Se pretende estimular a los ganaderos y el trofeo será definitivamente adjudicado al cabo de cinco años, el jurado calificador esta ya actuando…”.

Años más tarde, en septiembre de 1964, se celebró otro festival taurino con fines benéficos, esta vez para la parroquia de Nuestra Señora del Carmen (Colonia). En el cartel se podía leer: “EL FESTIVAL TAURINO DEL AÑO…Y DE MUCHOS AÑOS y más abajo, especificaba “con Picadores” el cartel estaba compuesto por Domingo Ortega, Antonio Bienvenida, Luis Miguel Dominguín, Antonio Chenel “Antoñete” y acompañados por el entonces en sus inicios de maletilla, Sebastián Palomo Linares. «El maletilla», llamado a ser una gran figura, obtuvo un fabuloso triunfo.

Según consta en la Hoja Oficial del lunes 24 de septiembre de 1964, el festival taurino «lo ha organizado el CLUB DE CAMPO de TORRELODONES. Se celebrará en su magnífica plaza de estructura metálica». «Éxito brillante del festival de Torrelodones. Pese a que a última hora hubo dos sustituciones, papeleta resuelta con acierto por los organizadores». Entre los toreros que conformaban el cartel, Domingo Ortega y Antonio Bienvenida fueron sustituidos por Pablo Lozano y Manolo Vázquez.

Este Festival celebrado en Torrelodones fue el espaldarazo que necesitaba Sebastián Palomo Linares, ya que a partir de este momento su nombre empieza a sonar y varias empresas se interesan por él, como recoge la Hoja Oficial del lunes el 12 de octubre de ese mismo año (1964): «Por el maletilla Sebastián Palomo Linares se interesan varias empresas después de sus triunfos resonantes en la Plaza de Vista Alegre y otras plazas del Norte y Centro, incluido aquí su éxito en el gran festival de Torrelodones, al lado de primerísimas figuras».

Otro acto taurino benéfico se celebró en Torrelodones, esta vez organizado por el Patronato de Viviendas Asunción de Nuestra Señora, durante las Fiestas de la Asunción de 1968; con un cartel en el que destacaba entre otros, el diestro Joaquín Bernardó. El día 14 de julio «“Gran Festival Taurino “ y los novilleros hermanos Pastrana (Justo y José) el día 18 en la Extraordinaria novillada».

Como hemos dicho, las corridas se celebraban al menos dos veces al año durante varios años, pero he podido comprobar que algunos años —entre 1965 y 1969—, en los carteles de las fiestas no había ningún dato sobre festejos taurinos. En algunos carteles de las fiestas estaba impresa una cabeza de toro, a pesar de no celebrarse ningún acontecimiento taurino en ellas.

En los numerosos carteles existentes en el archivo de Torrelodones, de las corridas de toros que he podido revisar, había diferentes anotaciones en las que —dependiendo de los años— se podía observar ciertos detalles curiosos: algunas prohibían los encierros en la Calle Real, otras eran corridas gratuitas… «La entrada a los toros será gratuita (1934)»…, y las que eran corridas benéficas el dinero a veces lo repartían entre los pobres del pueblo como los cuatro festejos taurinos celebrados en 1985, donde según rezaba el cartel: «Los espectáculos taurinos empezaran a las SEIS Y MEDIA de la tarde, y la recaudación que se obtenga será destinada a beneficio de los pobres de la localidad». Las reses serán lidiadas «por los novilleros Fernando Martínez “El Estudiante”, Ángel Barrios y Jesús Sánchez “El Tigre”, y por el matador de toros Manolo Martín», y otras veces, con un cartel de lujo, “Gran Festival Taurino”, la recaudación era «a beneficio de las obras de la nueva parroquia con la colaboración desinteresada de los hermanos Dominguín».

TOREROS EN TORRELODONES

En las fiestas de los pueblos, los toreros que se ofertaban a los Ayuntamientos, algunos de diestros solo tenían el nombre, porque muchas veces no podían ni terminar con los toros, o ellos acababan en la enfermería con graves cogidas, por eso los toreros para poder participar en un evento taurino tenían que estar afiliados al Sindicato Taurino, o a una asociación de toreros.

A primeros de agosto de 1948, el Ministerio de la Gobernación a través de una nota de la Dirección General de Seguridad, recordaba a los Gobernadores civiles: «lo dispuesto en el Reglamento de Trabajo en espectáculos taurinos, según el cual la lidia ha de correr a cargo de profesionales inscritos con un mes de antelación, por lo menos, en una asociación de toreros y en el caso de aspirantes solo se autorizara la actuación de aquellos que posean certificado de Afiliación al Grupo Taurino del Sindicato del Espectáculo».

Así mismo, el Ministerio de la Gobernación en agosto de 1933 tiene noticias de que en algunas poblaciones actúan señoritas toreras. Con un telegrama remitido a los alcaldes de toda España, recuerda: «que a fin de evitar desigualdades, que está vigente el artículo 124 del Reglamento taurino de 12 de julio de 1930 que prohíbe a las mujeres tomar parte en la lidia de toros, novillos y becerros. Lo que traslado para su conocimiento y exacto cumplimiento»; aunque un año más tarde, el ministro de Gobernación, Rafael Salazar Alonso, derogo el citado artículo.

Un dato curioso es el recogido en una anotación aparecida en el Archivo Histórico de Torrelodones, donde se detalla lo que cobra un subalterno de novillero: «Art. 42 del Reglamento Nacional de Trabajo para Espectáculos Taurinos los subalternos de Matadores de novillos pertenecientes al grupo 3 b en novilladas sin picar: tres banderilleros libres tienen como retribución mínima por actuación cada uno de 350 pesetas».

Como sabemos, en Torrelodones residió durante un tiempo desde su retirada de los toros, el diestro Salvador Sánchez «Frascuelo». Como él, muchos otros diestros pasaron por nuestras tierras; unos invitados a participar en festivales taurinos, otros para recuperarse de las cogidas sufridas en alguna novillada, o simplemente para descansar.

Uno de los muchos toreros que estuvieron en Torrelodones, Ricardo Torres (Bombita), fue el fundador del Sanatorio y el Montepío de los Toreros. Siendo su primer presidente, desempeñó el cargo hasta su retirada del toreo. Porque, según Bombita, «había que pensar en las cogidas, en los toreros heridos, en los viejos y en los muertos y en sus familias. Para eso se constituyó la Asociación».

El 18 de agosto de 1909, el periódico el Heraldo de Alicante nos informaba que «Rafael González ”Machaquito» marchará a la finca que su amigo D. Clemente Peláez posee en Torrelodones, donde piensa reponerse por completo de su herida».

Así mismo, los días 15 y 16 de 1912, los periódicos ABC y el Diario de la Marina, informaban que: «Siete corridas, contando esta de la prensa ha perdido el aplaudido torero mejicano Gaona, qué hoy marcha a Torrelodones a reponerse por completo de su delicado percance», y «ayer marcho Rodolfo Gaona a Torrelodones con objeto de reponerse de la cogida que sufrió en Córdoba».

Ya hemos hablado antes de Ricardo Torres (Bombita) y sabemos que era un visitante asiduo de nuestro pueblo, al que venía a reponerse de sus heridas. Por eso lo encontramos en julio y agosto de 1912 cazando en la finca de Torrelodones, como lo recoge el Diario de Córdoba: «»Bombita» en Torrelodones». Y también el diario ABC: «En el expreso de ayer salió para Pamplona el diestro Ricardo Torres «Bombita», después de haber pasado cazando varios días en una finca de Torrelodones. El estado del pie herido de diestro es tan satisfactorio que dentro de quince días volverá a pisar la arena de la plaza».

Torrelodones, también es elegido por el torero Andrés Hernando para contraer matrimonio en la iglesia de la Asunción de nuestra Señora, como lo atestigua el Diario de Burgos el 2 de febrero de 1969: «El matador de toros Andrés Hernando contrajo hoy matrimonio con la señorita Sonsoles Aboin. La ceremonia se celebró en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de Torrelodones, y constituyo un acontecimiento popular. Los vecinos de Torrelodones acudieron en masa a presenciar la boda del torero y la hija del ganadero Aboín».

Siempre que podía, el diestro Antonio Chenel “Antoñete”, pasaba muchas temporadas en Torrelodones, porque era yerno del banquero Carlos López Quesada.

Y por último, no podemos olvidarnos de la exposición “El arte de la tauromaquia”, organizada por José María de Palacio y Abarzuza, conde de las Almenas, que tuvo lugar en el local de la Sociedad Española de Amigos del Arte. Su inquietud cultural le llevo en febrero de 1918 a organizar dicho evento en Madrid. Dentro de esta muestra se incluían una gran variedad de objetos y documentos; destacando, entre otros: un cuadro de Goya, un tapiz de Bayeu, carteles de Ortiz Cañavate; jarrones de Félix Boix etc.. Con su dinero publicó un costoso catálogo de la citada exposición, impreso en Madrid por Blass y Cia. El catálogo constaba de 77 páginas en rústica con hoja montada de 24 x 17 y con 40 láminas fuera de texto. Toda la recaudación de la venta de la citada publicación la destinó al Montepío Taurino.

De esa exposición podemos destacar su cuidado para evitar mostrar imágenes sangrientas de las corridas de toros. El mismo Conde, en el catálogo, nos dice:

«Hemos procurado desaparezca cuanto tienda a recordar la parte trágica del espectáculo y a presentar rasgos de la belleza indudable que en grado máximo posee».

 

Fernando Villaverde Martín

Documentación empleada

La mayoría de los periódicos y revistas consultados, pertenecen a la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica. Ministerio de Cultura y Deporte (España). (ABC, Anuario taurino, Diario de Burgos, Diario de Córdoba, Diario de la Marina, Diario de Navarra, Diario de Tortosa, Diario de Valencia, El Adelanto, El Cantábrico, El Chiquero, El Debate, El día gráfico, El Diario de Murcia, El Eco de Santiago, El Guadalete: periódico político y literario, El Noroeste, El Progreso, El Pueblo: diario republicano de Valencia, El Ruedo, El Toreo, El vigía de Ciudadela, Heraldo Alavés, Heraldo de Alicante, Heraldo de Zamora, Hoja Oficial del Lunes, La Atalaya Diario de la mañana, La Correspondencia de Alicante, La Correspondencia de España, La Lidia, La Opinión de Salamanca, La Prensa Alcarreña La revista moderna, La Rioja, Noticiero salmantino, Nuevo Día, NO-DO (Noticiarios y Documentales cinematográficos).

Libros
  • Crónica de Torrelodones y la Comunidad de Madrid José de Vicente Muñoz.
  • El arte de la tauromaquia (Catalogo exposición) José María de Palacio y Abarzuza Conde de las Almenas
Imágenes
  • Archivo Histórico Municipal de Torrelodones (1, 3, 11, 12, 17, 20, 21). Con todo nuestro agradecimiento a Toñy Criado (Archivera municipal).
Enlaces
ARTÍCULOS RELACIONADOS
Más

    Últimos artículos