martes, 19 marzo 2024
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Debate electoral en Torrelodones: Excelente ambiente y sugestivas ausencias

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Cinco de los ocho candidatos a la Alcaldía de Torrelodones dieron ayer un ejemplo de cultura democrática y convivencia. El debate electoral en el Salón de Plenos fue un déjà vu de cómo eran las cosas en este pueblo hace años, cuando los «políticos de pueblo» eran vecinos antes que adversarios políticos; y jamás enemigos. Antes de que un partido irrumpiera y, dando otra acepción a la palabra «vecino», impusiera el «Estás con nosotros o contra nosotros».

Asistieron los candidatos de Izquierda Unida (Arturo Samith), Confluencia Ciudadana (Ana Hurtado), Podemos-Equo (Ana Isabel Castedo), PSOE (Rodrigo Bernal) y Partido Popular (Rodolfo del Olmo).

Fue un verdadero placer ver de qué manera, a pesar de que desde el Ayuntamiento no se les brindó ningún tipo de facilidades; estos «políticos de pueblo» se organizaron para exponer sus programas e intentar hacer llegar a los vecinos las ideas y proyectos que tienen para Torrelodones. Incluso emitieron en directo a través de Facebook, ya que desde el Ayuntamiento se les negó la posibilidad de hacerlo vía streaming.

Hablando con educación y respeto, ni siquiera se notó que no había moderador; pues desde el Gobierno Municipal también se impidió que ejerciera esa función la periodista y trabajadora municipal que habían propuesto.

Fue algo escaso el tiempo. El Ayuntamiento había establecido que a las 21:00 h se debía desalojar el salón, y puesto que entre los preparativos y las primeras dificultades técnicas se perdieron varios minutos; no hubo tiempo para que el público pudiese hacer preguntas al final, como pretendían los candidatos presentes.

La ausencia más significativa fue la del candidato del partido gobernante, Vecinos por Torrelodones; del que hasta ahora fundamentalmente sabemos que pretende dar «continuidad» a la política que vienen aplicando; para «seguir transformando Torrelodones». Ese Torrelodones de convivencia pacífica; en el que podíamos ir a comprar o tomar el aperitivo andando, en bicicleta, o en coche; esa mezcla de campo y ciudad que tanto nos gustaba, y ojalá nadie se empeñara en «transformar».

 

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