La gastronomía de Hoyo de Manzanares goza de un excelente y merecido prestigio. Aún así, los creativos hosteleros que pertenecen a la Asociación de Empresarios AEHOM, continúan formándose para ofrecer más y mejores servicios. El pasado lunes 18, la reconocida firma Angulas Aguinaga envíó un chef a Hoyo de Manzanares para formar a los hosteleros locales en el manejo de sus principales productos.
En el marco del concurso De tapas por Hoyo que se desarrolla hasta el 2 de mayo; la Asociación de Empresarios de Hoyo de Manzanares AEHOM, fiel al compromiso que mantiene con sus asociados de organizar cursos de formación y establecer relaciones profesionales entre ellos, organizó el pasado lunes 18 de abril, una Clase Magistral impartida por el chef de Angulas Aguinaga, David García Sánchez.
En el espectacular entorno de la Finca San Antonio, que dejó impresionados a los que aún no la conocían, sus propietarios —Luis y Salvador Gil— ejercieron de anfitriones para el evento formativo, al que asistieron hosteleros de Hoyo de Manzanares y de otros municipios de la Comunidad de Madrid.
Mientras el chef, llegado directamente desde Gipuzkoa, preparaba junto a los anfitriones los elementos que utilizaría para su clase magistral; se disfrutó de un magnífico momento musical a cargo de Jesús López, de la Escuela de Música de La Berzosa. El músico ejecutó con su guitarra una exquisita obra de su autoría: «Balada de la oveja que se aburría y se marchó».
Tras un breve preámbulo, el chef explicó la manera que que las familias que se dedicaban al negocio de las angulas, al ver que la sobre explotación se estaba «cargando» su forma de vida, crean la «gula del norte», realizada con surimi. 
Para producir un kilo de surimi, se necesitan 5 kilos de lomo de bacalao, entre otras cosas (abadejo, merluza…). El chef explicó por qué considera que los productos de la casa que representa son de máxima calidad; y preparó variadas recetas elaboradas con gulas de forma sencilla y a bajo coste, ampliando el abanico de posibilidades, mezclándolas con verduras, salazones y cefalópodos. Todos los asistentes pudieron degustar los productos, y realizar todas las preguntas o consultas que surgían durante la clase.
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