«Todos sabemos lo que han supuesto las obras que de un tiempo a esta parte se vienen realizando en Torrelodones», expresan desde la delegación local UPyD, al comenzar un artículo firmado por María Herrero y Teresa Díez.
En el artículo, Teresa Díez, delegada de UPyD Torrelodones, narra en primera persona sus impresiones tras una reunión convocada por el Ayuntamiento con vecinos y comerciantes afectados por las obras. Para UPyD las quejas «en ningún momento se dirigieron a la empresa constructora o a Arpegio», sino contra el Ayuntamiento; por la «falta de planificación», «falta de previsión de zonas de aparcamiento» y por el «ocultamiento o poca publicidad» de la ampliación del calendario de las obras. Comentan asimismo que una concejala de Vecinos por Torrelodones le negó el saludo a la a la delegada y candidata de UPyD en el municipio.
«El pasado miércoles 25 de marzo, el Ayuntamiento convocó una reunión en el Salón de Plenos, tratando de dar cita de esta forma tanto a vecinos como a comerciantes que pudieran haberse visto afectados por todo lo que éstas obras implican», expresa el artículo de UPyD Torrelodones.
«Desde ese momento, he esperado atenta y personalmente a que el Ayuntamiento anunciase de alguna manera lo concluido en dicha reunión; pero visto que no se publicaba nada de lo determinado ni discutido aquel día, me he decidido a contar la historia que yo viví el pasado 25 de marzo, con la mayor objetividad posible», dice Teresa Díez al iniciar su relato.
«Llegué temprano al Salón de Plenos. En la antesala únicamente se encontraban el representante de Arpegio y el de la Constructora, que habían llegado antes. Me presenté, y estuvimos hablando como técnicos que éramos, de un tema tan común como el de las “obras”. En un ambiente muy agradable, se incorporó al cabo de un rato el ingeniero de Caminos de la empresa, y el tema se amplió al teórico pique entre arquitectos e ingenieros de caminos; y así anduvimos conversando tranquilamente hasta la entrada en escena de Raquel Fernández, tercera teniente de alcalde y concejala de Servicios Sociales y Desarrollo Local de VxT», relata la delegada de UPyD.
«Raquel se acercó al corrillo que habíamos formado, saludó a los tres dándoles la mano, y se largó al interior del Salón a toda velocidad, dejando a su paso un ambiente extraño al no haber hecho amago alguno de saludarme, ignorándome completamente. Con el objeto de romper el hielo que se acababa de formar entre nosotros, simplemente bromeé haciendo alusión a la capa de invisibilidad que debía llevar puesta esa tarde, tratando de quitar algo de hierro al asunto», continúa relatando Teresa Díez.
«No fue hasta un rato más tarde, cuando empezaron a llegar los afectados, además de Santiago Fernández y Ángel Guirao. Llevaron la reunión a buen puerto con nota expresa al representante de Arpegio junto con las dos personas de la empresa constructora. Tanto el representante de Arpegio como el de la empresa, explicaron las razones del retraso en las obras, y el porqué de tener que cortar la zona de obras de la c/Real a partir del 6 de abril hasta finales de mayo».
«Según las explicaciones dadas, el retraso de las obras había sido ocasionado por un requisito de Seguridad y Salud, la homologación de las máquinas que tenían que mover piezas de 1,5 m x 1,5 m y con un peso aproximado de 500 Kg cada una de ellas».
«El corte de tráfico en la zona afectada por las obras también se debía a motivos de Seguridad, dejando paso para los peatones en los laterales».
«En todo momento la empresa constructora se brindó a ayudar a los vecinos, tanto para poder acceder a sus casas, como para descargar, e incluso para ayudar en las diversas incidencias que pudieran presentarse a lo largo de su curso, comprometiéndose expresamente a que en todo momento las urgencias serían solventadas».
«La gente que acudió a la reunión pareció ratificar esto. Fueron muy pocas o ninguna las críticas que iban dirigidas a la empresa constructora. Todo el mundo parecía corroborar su buen hacer, amabilidad y disponibilidad constantes. De la misma manera ocurrió con el representante de Arpegio, hacia el cual todos los presentes reconocían la mejor de sus intenciones. Sin embargo, los ánimos más encrespados se dirigían hacia el equipo de gobierno; y uno no tiene más que preguntarse… ¿Por qué estos ánimos hacia el gobierno, cuando no ha habido una sola queja por parte de la vecindad hacia la empresa constructora?», resalta el artículo. «Los vecinos y comerciantes afectados se quejaban de la falta de planificación, de la falta de previsión con respecto a las zonas de aparcamiento. Se quejaban también del ocultamiento o poca publicidad de una realidad, la ampliación del calendario de unas obras que oficialmente terminarían a primeros de mayo».
«Ante esta situación se solicitaron dos cosas: que la presencia de la policía durante este proceso se centrase más en controlar, y que se garantizase el aparcamiento de los torresanos». «En relación a ese asunto, Santiago Fernández, segundo teniente de alcalde de VxT, se comprometió con los afectados a que una vez presentada la documentación requerida (para identificar la titularidad del alquiler de la plaza, la vivienda…) se les ofrecería la llave de una plaza de garaje en la zona aledaña».
«Arpegio a su vez se comprometió, en que al día siguiente de la finalización de las obras, estas serían recepcionadas».
En resumidas cuentas, las quejas entonces surgidas en ningún momento se dirigieron a la empresa constructora o a Arpegio. Tanto vecinos como comerciantes guardaron las formas en todo momento, salvo un pequeño desliz desafortunado por parte del equipo de gobierno».
Al finalizar, desde UPyD se preguntan: «¿Por qué no han dado publicidad al corte de tráfico del 6 de abril con los problemas de movilidad que se pueden crear?». Y añaden «Es mejor que todos estemos informados y así evitar acercarnos a la zona afectada con coche».
Para cerrar el artículo, los magentas se cuestionan también: «¿Cuánto va a costar a todos los torresanos el alquiler de esas plazas de garaje, consecuencia de la falta de previsión del equipo de gobierno?».
Al respecto de estas obras en los últimos días han colocado las nuevas farolas. Quitaron las existentes y han puesto unas del estilo de las de carretera. El resultado es feo. Demasiada iluminación, color blanco en vez de anaranjado que es como está el resto de la calle y la plaza y casi todo el pueblo. No se porqué se ha cambiado. Ha perdido el encanto pareciéndose más a un polígono que a un pueblo. El contraste con el resto de la calle es más que evidente
A mi tampoco me gustan nada, el color naranja es mucho más cálido y no sé por qué hay que despilfarrar cuando lo que teníamos valía.