Hace pocos días, publicábamos la presentación de la «nueva etapa» Ateneo de Torrelodones, que presidía desde el pasado mes de febrero, el poeta, escritor y Licenciado en Ciencias Políticas y Sociológicas, Rafael Mulero Valenzuela.
En esa oportunidad, constatamos que la antigua asociación cultural adquiría un renovado impulso, y buscaba una mayor participación de los artistas de Torrelodones, de todas las edades y en todas las disciplinas. Unos días después, se nos solicitaba animar desde estas páginas a nuestros lectores, a participar de la vida cultural de la Asociación, enviando sus escritos. Durante la Feria del Libro de Torrelodones, que tuvo lugar el pasado sábado y domingo, el Ateneo tuvo su stand.
Por todo ello, nos sorprendió recibir ayer, un comunicado del nuevo Presidente del Ateneo en el que informa de su renuncia al cargo. Las razones, las expone el renunciante en una sentida carta enviada a los socios, simpatizantes del Ateneo y Medios de Comunicación, que reproducimos textualmente a continuación:
COMUNICADO A SOCIOS, SIMPATIZANTES DEL ATENEO Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Asumí el cargo de presidente del Ateneo de Torrelodones con enorme y esperanzada ilusión, sin reparar en las numerosas dificultades que había de encontrar por parte de no pocos miembros de la Junta Directiva.
Durante este breve mandato al frente del Ateneo, me he esforzado en cumplir de forma impecable mis atribuciones, según se especifican en el Artículo 23 de los Estatutos vigentes del Ateneo. Estoy convencido que en ningún momento las facultades que establecen los Estatutos actuales del Ateneo, han sufrido un abuso de poder por mi parte ni han sido trasgredidos en ningún momento. Nadie de la Junta Directiva podrá nunca decir de mí que no he puesto en mi cometido la ilusión, el trabajo y la dedicación que merece el puesto que he ocupado.
No podemos olvidar, ni sería honesto por mi parte, ignorar los enfrentamientos y discusiones acaecidos en el seno de la primera Junta Directiva. Tampoco se podrá negar nunca las dificultades que se han puesto a la labor de la presidencia. He sufrido impertinencias, desaires y veladas advertencias acerca de mi labor. Las responsabilidades que conlleva el cargo las he asumido con el mayor rigor. Y les puedo asegurar que en mi trabajo profesional el rigor, la honestidad, la lealtad, la educación y las buenas maneras siempre han sido una constante por la que me he guiado, y aun hoy en día marcan mi camino.
Estimo que durante estos casi tres meses que he presidido el Ateneo, y una vez que el pasado día 20 de abril, se realizó la presentación pública del Ateneo en el teatro Bulevar de la Casa de Cultura de nuestro pueblo, ha llegado el momento de presentar a los miembros de la Junta Directiva, a los socios y a los simpatizantes del Ateneo, mi renuncia a la presidencia del mismo.
Lo hago con profundo y sentido dolor y amargura, pero mi respeto hacia una asociación cultural como es el Ateneo de Torrelodones, me obliga a ello. La cultura, en cualquiera de sus múltiples manifestaciones, estimo que es un bien que debemos colocar por encima de ideologías de un tipo y otro, y en un plano superior a cualquier tipo de interés que tengan los individuos.
Espero que esta decisión que te tomado, -profundamente meditada-, sirva para hacer del Ateneo de nuestro magnífico pueblo un lugar de encuentro de la cultura sin ningún tipo de exclusiones y donde queden desterradas cualquier tipo de ambiciones personales.
No deseo que mis palabras se interpreten como ataques personales hacia los que han sido integrantes de la Junta Directiva.
No pretendo echar un pulso a nadie. No pretendo enemistades innecesarias. No pretendo causarles ningún contratiempo. No pretendo obstaculizar las buenas perspectivas que se han abierto al Ateneo.
Con pesar y dolor, el pasado día 6 de he presentado mi dimisión.
Torrelodones a 8 de mayo de 2012
Rafael Mulero Valenzuela
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Hablemos claro: una serie de fanaticos politizados estan corrompiendo el lenguaje, destruyendo los esfuerzos por que triunfe la igualdad, la libertad de expresion, de idoloogias y de religion, la importancia del dialogo y el consenso entre ideas confrontadas que, en personas inteligentes, lo que provocan es el enriquecimiento intelectuales de los dialogantes enfrentados en sus ideas, el empobrecimiento mental y económico al valorar desde el prisma EMPOBRECEDOR DE UNA SOLA IDEA O IDEOLOGÍA… Estos lodos son los que han herido y expulsado al bueno del Presidente del Ateneo de Torrenteras. ¡Que vergüenza¿ Los que lo han conseguido se sentirán muy orgullosos/as: ¡doble vergüenza para ellos y para quienes asienten en silencio¡
Eso y que le tenían envidia por su gallardía, apostura y don de gentes. Si no hay más que verlo en la foto.