La Junta de Gobierno local adjudicó la pasada semana las obras de construcción del Centro de Bienestar Animal a la empresa Manile, S.A. El Ayuntamiento de Torrelodones ha resumido las características del ambicioso proyecto que —con una inversión de 417.000 euros— comenzará a finales de noviembre 2024 y culminará en septiembre de 2025.
De esta cantidad (417.000 IVA incluido), una parte se financiará a través del Plan de Inversión Regional (PIR) y el resto será financiación municipal.
De acuerdo a declaraciones de la alcaldesa, Almudena Negro; la obra contempla un «Café con Gatos», un espacio donde los interesados podrán tomar o comer algo mientras disfrutan de la compañía de los felinos, y en caso de interés, podrán iniciar los trámites de adopción.
Más de 300 metros
Como todos los vecinos de Torrelodones conocen el Centro de Bienestar Animal de Torrelodones se convirtió en una prioridad para este equipo de gobierno desde el primer momento.
La superficie del proyecto es de 304,48 metros cuadrados, distribuidos en una parcela en el Área Homogénea Sur, junto a las instalaciones de medio ambiente. Habrá dos zonas diferenciadas: la primera de ellas, Zona de cuidados, que se destinará a las personas que cuidarán de los animales. La segunda, Zona de Animales, albergará el hospedaje.
Cada animal, en su espacio
La zona de gatos tendrá una superficie de 22,49 metros cuadrados. La de aves y roedores, 17,84 metros cuadrados. Y, finalmente, la zona de perros, que cuenta con 43,45 metros cuadrados, divididos en varios cheniles. A su vez, cada grupo de animales cuenta con un espacio propio segregado de los demás.
Toda la edificación se articula en torno a un patio central, que ofrecerá un espacio exterior seguro y protegido del ruido.
La fachada se termina mediante un aislamiento térmico exterior con un zócalo de bloques de hormigón para evitar la humedad y olores de los orines de los perros.
Está previsto que se valle la mitad superior de las zonas libres para formar una amplia área de recreo exterior para los perros. Esta zona continuará hasta los cheniles exteriores y se cerrará en el extremo inferior donde irán las jaulas de roedores y aves para evitar que los perros puedan acceder a estas zonas.
El resto de zonas exteriores, las situadas frente a las jaulas de pájaros, roedores y gatos, no se vallarán, por lo que quedarán abiertas al resto de la parcela.
El Club del Gato con vistas
Todos aquellos que accedan al Centro se encontrarán con una sala de recepción y junto a ella, la oficina de adopciones y el “Club del Gato”. Este es el espacio de mayor dimensión del centro y es contiguo a las jaulas para gatos; cuenta con una zona exterior protegida, además de la interior.
El pasillo de distribución de la zona de cuidados da paso a una galería con los cheniles de perros. Después se sitúan las jaulas de roedores y pájaros.
Todos los animales cuentan con jaulas interiores y exteriores bien comunicadas y orientadas, según sus necesidades.
La zona de gatos se sitúa al sur con vistas a una zona ajardinada, donde podrán entretenerse observando el exterior y disfrutar del sol de invierno.
A continuación, están las aves y roedores, aunque separadas y con una orientación diferenciada que evite el estrés causado por la cercanía de los gatos sobre los animales.
Finalmente, la zona de perros es más sombría para evitar los problemas de calor en verano. En invierno podrán contar con radiación solar directa gracias a las aberturas del patio al que abre la galería de comunicación.
Los cheniles se separan mediante divisorias opacas entre sí que privatizan y aíslan a los canes entre sí.
Desde la galería, los perros podrán acceder al patio central, un espacio controlado y agradable para su socialización y, quién sabe, si para conocer a sus futuros dueños.
Sostenibilidad
El diseño del edificio tiene en cuenta su orientación a la hora de crear soluciones bioclimáticas. Las estancias cuentan con ventilación cruzada al disponer de aberturas de ventilación en fachadas opuestas. La dimensión de las ventanas permite un óptimo aprovechamiento de la iluminación natural, así como la captación solar en invierno. Todas las aberturas cuentan con persianas alicantinas exteriores, que permiten la protección ante la radiación solar excesiva, permitiendo a su vez el paso de aire y luz. Unas pérgolas con emparradas naturales o elementos textiles plegables reducen la insolación sobre los cheniles y jaulas exteriores y parte de las fachadas.
La solución exenta del edificio permitirá la captación solar en invierno a sur y la acumulación de esta energía en el grosor de masa de pavimentos y paredes.
Durante el proyecto y la obra se velará por una gestión óptima de recursos y por la economía circular del edificio, teniendo en cuenta el ciclo de vida y la huella de carbono de los materiales.