Mientras imaginamos a la caca hinchable y gigante que tanta alegría mediática supuso para sus mentores, reposando polvorienta y desinflada en algún rincón del depósito municipal… o quizás adornando el jardín de algún ex edil; recibimos para su publicación la siguiente carta de una lectora, vecina de la calle del Instituto de Torrelodones.
Carta de M.:
«Cacas de perro y suciedad»
«Buenas tardes soy vecina de Torrelodones y en la calle de mi casa a diario los perros, sobretodo de los vecinos que viven enfrente hacen sus necesidades sin limpiar los excrementos, les da exactamente igual que les mires a la cara para no entrar en una discusión diaria. Es una vergüenza. El aspecto y sobretodo el olor, cuando tienen el monte a un minuto andando. Y luego son los que mas reclamaciones ponen por todo. Vergonzoso. Mando alguna foto.
Gracias.
M.»
