A través de una nota de prensa, el Grupo Municipal Confluencia Ciudadana da a conocer las «dudas» que le genera que las dos obras más importantes de la gestión de Vecinos por Torrelodones sufran modificaciones en sus proyectos una vez que ya han sido adjudicadas, reduciéndose los costes para la empresa adjudicataria, sin que repercuta favorablemente en las arcas públicas ni en el bolsillo del contribuyente. «Que estas cosas ocurran, y se consientan, es como poco, sospechoso», valoran.
«Desde el año 2015 en que entró a gobernar este Ayuntamiento Vecinos por Torrelodones con mayoría absoluta, apenas se han acometido obras de envergadura en infraestructuras necesarias para nuestro municipio, que han sido reclamadas tanto por la población como por los partidos políticos en la oposición», comienza criticando Confluencia. «No nos cansaremos de hablar del cuarto colegio que rechazó la Alcaldesa a pesar de que ya lo había aprobado la Comunidad de Madrid y que Confluencia Ciudadana ha demandado en infinidad de ocasiones, por ser una necesidad imperiosa en un pueblo como el nuestro en el que la población infantil es muy elevada y las predicciones apuntan a que crecerá en los próximos años», recuerdan. «No nos olvidamos tampoco del aparcamiento de la calle Real, el aparcamiento de la estación y el intercambiador que hemos propuesto insistentemente», añaden.
«La única obra ejecutada y que tanto anunciaron y muestran como su buque insignia es el paso inferior realizado junto al Centro Comercial, obra de obligado cumplimiento que correspondía ejecutar a los promotores del Área Homogénea Sur a coste cero para el Ayuntamiento, (aunque al final el Ayuntamiento pagó una cantidad nada desdeñable) y que por desgracia no se ha sabido aprovechar por parte del equipo de gobierno para que, además, se eliminaran los atascos que se sufren en la Rotonda del Dedo Gordo, como hubiera sido deseable y como les sugerimos incansablemente presentando el proyecto; aunque es evidente que no nos escucharon», continúa la nota de Confluencia Ciudadana.
Respecto a las «sospechas» aludidas, desde Confluencia aseguran que esta obra «trajo consigo una situación peculiar porque una vez que se otorgó el contrato a la empresa que había ganado el concurso, ésta modificó sustancialmente la ejecución de la misma con el beneplácito del equipo de gobierno que tenía mucha prisa por anunciar el inicio de las obras de cara a las elecciones que estaban a la vuelta de la esquina. La modificación que propuso la empresa constructora no incrementaba el coste para el Ayuntamiento, pero sí podía suponer un ahorro para esta empresa que no iba a repercutir ni en las arcas municipales ni en el bolsillo del contribuyente».
Para Confluencia, «el hecho de que estas cosas ocurran, y se consientan, es como poco, sospechoso y crea multitud de dudas y preguntas que el equipo de gobierno no es capaz de responder».
Sobre la otra gran obra que les genera sospechas, manifiestan: «es la otra joya de la corona que Vecinos por Torrelodones presenta como su gran aportación a nuestro municipio es el nuevo campo de rugby, que si bien desde el principio ha sido muy criticado por no cumplir con las dimensiones necesarias para que se puedan llevar a cabo todo tipo de competiciones y campeonatos a pesar de superar los 2 millones de euros de coste (ya que algunas categorías tendrán que seguir jugando sus torneos y partidos en otros municipios, porque el nuevo campo no cumple con las medidas reglamentarias), se da además la paradoja de que vuelve a ocurrir lo mismo que ya pasó con el paso inferior. Es decir, se adjudica la obra en base a un proyecto. Una vez adjudicada y tras el acta de replanteo, se descubre que no se puede realizar la obra y que hay que hacer un proyecto nuevo, y es la propia empresa adjudicataria la que modifica sustancialmente la ejecución de las obras porque un estudio geotécnico que ellos mismos han encargado, les dice que en ese terreno no se puede llevar a cabo la construcción como se había acordado y aceptado al firmar el contrato».
En este otro caso, para Confluencia «De nuevo surgen dudas, preguntas y sospechas».
Desde el grupo Confluencia Ciudadana aseguran que ellos solicitaron en reiteradas ocasiones el informe que «se supone debería haber redactado el técnico correspondiente sobre la idoneidad del terreno elegido para la construcción del campo de rugby», y afirman que «siempre se nos denegó, llegando a decirnos que no nos lo podían dar porque ese informe sencillamente no existía».
«¿Cómo es posible que las dos únicas obras de importancia que ha llevado a cabo este equipo de gobierno se topen con la misma dificultad? ¿No se hacen los estudios correspondientes previos? ¿Se consiente sin más que la empresa adapte las obras a su propio interés? ¿Cuánto dinero se ahorra la empresa adjudicataria de una y otra obra con estas modificaciones? ¿Quién se beneficia con estos cambios?», se preguntan desde Confluencia.
«La decisión de consentir con los cambios que propone la empresa contratada la toma el equipo de gobierno exclusivamente en Junta de Gobierno y a la oposición nos lo cuentan una vez que lo han aprobado», señalan.
«En definitiva, nos encontramos con un pleno, y no precisamente el de la Corporación, sino con un pleno de aciertos, porque de dos obras, las dos presentan modificaciones por parte de la empresa, que Vecinos por Torrelodones acepta, o bien por ignorancia, o bien por dejadez, o bien por otros intereses que desconocemos», acusan.
Con lo cual, en estos momentos, «las obras del tan cacareado campo de rugby están suspendidas temporalmente».
Para Confluencia es otro «estrepitoso fracaso» de la gestión de Vecinos por Torrelodones que «acometen obras mal planeadas, sin visión de futuro, de coste elevadísimo y que pone en manos de empresas particulares que ejecutan las obras en su propio interés a costa del bolsillo de los ciudadanos».