El Tribunal Administrativo de Contratación de la Comunidad de Madrid ha dado la razón a la Asociación Profesional de Empresas de Limpieza (ASPEL), que presentó un recurso contra el proceso de licitación de este contrato en base a que, según sus cálculos, el importe máximo por hora para la prestación del servicio era inferior al coste real.
El proceso de contratación de los servicios de limpieza de los edificios municipales se ha llevado un varapalo de la justicia que ha estimado el recurso presentado por ASPEL en el que se argumentaba que el precio por el que el Ayuntamiento de Torrelodones pretendía sacar a concurso este servicio era tan bajo que se saltaba el Convenio Colectivo de Limpieza: «en una muestra más de la chapucera manera de trabajar de Vecinos por Torrelodones nos encontramos con una sentencia judicial que tumba todo el proceso de contratación de la limpieza de los edificios municipales», apunta el portavoz del Grupo Municipal Socialista, Guillermo Martín.
Los argumentos de ASPEL se centraban en el hecho de que con el importe máximo de licitación, el precio por hora para los trabajadores de la limpieza era de 10,08 euros, mientras que el Convenio Colectivo del sector en Madrid marca un valor de 11,28 euros la hora, explican desde el PSOE de Torrelodones. «Está claro que en este asunto no se ha realizado un adecuado estudio de costes ya que, tal como recoge la sentencia, no consta se hayan tenido en cuenta en la estimación del coste económico del contrato, las tablas salariales del vigente Convenio Colectivo para el Sector de Limpieza de Edificios y Locales de la Comunidad de Madrid», asegura Guillermo Martín. Por otra parte, la sentencia dice que en cuanto que se establece un presupuesto de licitación insuficiente, “deberá sustituirse por el que teniendo en cuenta todos los costes laborales y de la prestación del servicio que permita a los licitadores la participación en el procedimiento cumpliendo la legislación laboral”.
«A nuestro juicio —afirma el portavoz del PSOE en Torrelodones— se pone de manifiesto tanto que se había licitado un contrato que ni siquiera permitía cumplir los mínimos del convenio de limpieza, que ya es de por sí bastante precario, como los perniciosos efectos que tiene el uso del precio como único baremo para la adjudicación de contratos públicos, con la consiguiente precarización del empleo y la rebaja de las condiciones laborales de los trabajadores que prestan los distintos servicios municipales que salen a licitación pública».
En este sentido, el portavoz socialista manifiesta su desacuerdo con que el precio sea el único criterio a la hora de adjudicar un contrato público: «el estilo de contratación de Vecinos por Torrelodones tiene otras consecuencias que tampoco se ven en el balance contable del Ayuntamiento, y son las condiciones de trabajo de los servicios que externalizamos». Guillermo Martín critica que «Vecinos por Torrelodones no tiene criterios sociales en la contratación, solo les vale lo que quede bonito en su pretendido superávit».
Debido a esto, los ayuntamientos madrileños de Torrelodones y Pozuelo de Alarcón (el contrato de este último también ha sido recurrido por ASPEL) tendrán que hacer una nueva licitación del servicio de limpieza de sus edificios y dependencias municipales.
