Un refrescante artículo cultural de Fernando Villaverde. Estos días de calor extremo que estamos soportando en Torrelodones y toda la región, grados arriba o quizás abajo (si consideramos el «calentamiento global»), también lo habrán soportado nuestros antepasados. ¿Cómo refrescaban las bebidas no solo hace 2000 años, sino también las populares tabernas que había en Torrelodones hace algunos siglos? ¿Y si querían tomar un helado, de dónde sacaban el hielo? Gracias al interesante artículo de nuestro colaborador Fernando Villaverde, podremos saberlo.
Los «pozos de nieve», primitivos productores de hielo
Por Fernando Villaverde
En la revista de Municipal de Torrelodones, nº 325 de Junio de 2016, páginas 20, 21 y 22 en un artículo titulado “¡Si no bebo en la taberna, húelgome en ella! (Tabernas y mesones antiguos de Torrelodones)” escrito por Antonia Criado Lázaro Archivera de Torrelodones, descubrí una pequeña reseña referente a la compra de nieve para enfriar las bebidas y conservar los alimentos y viendo que apenas hay documentación referente a Torrelodones, decidí investigar y recabar información sobre los pozos de nieve
Primero vamos a ver que es un pozo de nieve según algunas definiciones que aparecen en los diccionarios
POZO DE NIEVE. “Cierta efpecie de pozo feco, mui ancho y capaz, donde fe guarda y conferva la nieve para el Verano. Efta veftido de piedra o ladrillo, y tiene fuf defaguaderos por la parte inferior, para que por ellos falga el agua que deftila”.
El pozo de nieve es una excavación seca, vestida de piedra o ladrillo y provista de desaguaderos, donde se guardaba y conservaba la nieve para el verano.En general los pozos de nieve o de hielo, que de las dos formas pueden llamarse, son pequeñas estructuras de piedra de diversas formas, aunque generalmente redondos, que servían para almacenar la nieve que cae en los meses de invierno, guardarla y prensarla en su interior para convertida en hielo y poder usarla durante los meses de verano, con varios fines, médicos, culinarios, lúdicos.
Tenían dos partes, la interna que es un agujero excavado en la tierra, de profundidad variable, su suelo estaba totalmente liso y seco, con un armazón para que la nieve no toque directamente el suelo y para que el agua de la nieve derretida escape por unos desagües y así el hielo no tenga nada de humedad, tanto el suelo como sus paredes se recubren de material vegetal que hace de aislante, la otra parte de la estructura es una construcción de piedra de forma cónica, recubierta por anillos de piedra cada vez más pequeños que al cerrarse crean una bóveda, esta edificación tiene una ventana por la cual se echa la nieve a su interior, y la puerta de acceso a los peones que trabajan en su interior.
Utilización y fabricación de hielo
Los pozos de hielo se ubicaban generalmente en las cotas más altas y umbrías de las montañas o terreno donde las nevadas eran más habituales y se utilizaban principalmente para la fabricación de hielo su proceso era laborioso, y en ella intervenían varios operarios.
La nieve, una vez almacenada en las inmediaciones del pozo por “los peones de fuera” o “boleros”, mediante palas o grandes bolas de nieve, se introducía a través de una ventana superior, los “empozadores” o “pisoneros” se encargaban de aplastar y apelmazar la nieve para que ocupara menos, con unos mazos “pisones” y a veces con los mismos pies, “los paleros” que distribuían la nieve con palas dentro del pozo y una vez que la capa alcanzaba una grosor determinado, dependiendo de la zona geográfica donde se ubicaba el pozo, la cubrían con materiales vegetales, que servía de aislante, formada por ramas, helechos, agujas de pino, o pajas, luego se ponía otra de nieve, otra de paja….y así hasta que se llenaba el pozo que permanecía cerrado.
En los meses cálidos, generalmente empezaban en mayo o junio, se sacaba el hielo y se cortaba con las piochas en barras mediante un molde ya establecido y “los arrieros” las transportaban por la noche aprovechando el frescor nocturno, en carros cerrados, en caballerías (burros o mulos), o incluso en cestos llevados por peones hasta las neverías establecimientos donde “los neveros” o “aguadores” vendían, tanto el hielo como el agua fría.
Una imagen de un aguador ha llegado hasta nuestros días, gracias al cuadro de Velázquez pintado en 1620 con el título “El aguador de Sevilla”. De este oficio nos habla Estebanillo González en su Vida y hechos, que pretende ser novela autobiográfica, cuenta que llegando a Sevilla, por no ser perseguido como vagabundo, adoptó este oficio (aguador) que siendo Sevilla una ciudad calurosa y muy poblada dejaba a sus oficiales un digno beneficio bastándole para practicarlo con adquirir “un cántaro y dos cristalinos vidrios” que llenaba en un pozo de agua fría de un portugués y la vendía luego como agua de la Alameda.
El hielo para su venta tenía que estar totalmente limpio había que quitarle el polvo y la paja que pudiera contener De aquí viene el dicho «limpio de polvo y paja.
Antecedentes de pozos de nieve
Los primero pobladores descubrieron que el hielo conservaba a los animales muertos. Más tarde, los persas, aproximadamente en el año 400 a.C. ya almacenaban hielo dentro de edificaciones que eran auténticos refrigeradores, ya que se enfriaban de forma natural gracias a unos altos receptores de viento que circulando por el espacio subterráneo donde estaba almacenado el hielo y le mantenían a bajas temperaturas, después mezclaban el hielo con frutas o azafrán para conseguir sabores variados.Estos edificios conocidos como Yakhdan (یخدان) tienen una gran semejanza con los pozos de nieve localizados en España.
Los pozos de nieve estuvieron repartidos por toda España, aunque según la documentación manejada había una gran cantidad de ellos en el litoral mediterráneo, o Baleares, y en ciudades importantes como, Madrid, Barcelona o Sevilla.
Hay numerosa documentación sobre los primeros pozos de nieve que se encontraban en la Península Ibérica uno de los más antiguos se encuentra en Mérida (Badajoz) que es un pozo de nieve romano.
Algunos pozos de los que hay datos son: 1597 Enero Monalvillo (Logroño), 1606 Batara y el Coll de la Porta (Lérida), 1622 Tremens (Lérida), 1687 Aiguaviva (Gerona) y Ávila.El pozo de la nieve de Ávila su estructura de forma rectangular y realizada en piedra que se encuentra adosada al lienzo norte de la muralla, en el cubo número 38, en la zona de más altitud (1.100 metros) y más sombría del recinto en el lienzo norte, estuvo en funcionamiento desde su construcción, en el siglo XVI, hasta mediados del XX.
Pozos de nieve en Madrid, provincia y aledaños:
Aranjuez, Cuelgamuros, Móstoles, Buitrago de Lozoya, Cava Real en el Palacio Real, la Moraleja, Osuna, Orusco de Tajuña, San Martin de Valdeiglesias, Chinchón, Navalcarnero, Santa María de la Alameda, Collado Villalba, Villacastin (Segovia), La Granja (Segovia), El tiemblo (Ávila).
Sobre Torrelodones
En las inmediaciones de Torrelodones se encontraban, en 1681, los ventisqueros de Colmenar Viejo y Chozas de la Sierra (actualmente Soto del Real) que eran propiedad del Duque del infantado que los arrendaba a la Casa Arbitrio por 10.000 reales de vellón al año, a cambio de poder sacar la nieve para el abasto de la Corte y otros lugares.
En el Archivo Municipal de Torrelodones se encuentra un apunte de 1740 de compra de nieve en Valdemorillo, para enfriar el vino de los numerosos mesones que había en Torrelodones.
En la citada revista de Torrelodones leemos:
… De la misma manera, también había de abastecerse hielo para servir las bebidas frías y conservar los alimentos, los mismos establecimientos (mesones) en alguna bodega subterránea, eran el sitio ideal para albergar los neveros, de lo que solamente tenemos constancia por un único apunte contable de 1740, que nos informa de la compra de nieve a don Francisco Aguilar, vecino de la villa de Baldemorillo.
Probablemente, la obligación de pagar impuestos (quinto, millón) por este consumo haría silenciar estas compras para las tabernas…
Sobre 1682 se averigua que los mayores poseedores de pozos eran curas, clérigos y comunidades religiosas que eludían el pago no solo de la licencia del arbitrio sino también de la rente de la nieve y hielos. A todos ellos se les ordena obedecer y acatar el mandato real.
Asi mismo, Pilar Corella, Doctora en Historia del Arte y experta investigadora en Pozos de Nieve comenta …Torrelodones era una población muy pequeña, por eso es posible que no hubiera pozo de nieve permanente pero sí un pocillo o mechinal que se llenaba ocasionalmente para poco uso, y lo hacían los abastecedores usuales…
Usos de la nieve
La nieve se usaba para la elaboración de todo tipo de refrescos, mixturas y helados, costumbre de origen musulmán, de sorbetes, en la obtención del «agua de nieve», de venta en «puestos de agua» por los conocidos aguadores.
Se indicaba también como remedio terapéutico, principalmente para cortar hemorragias, como antiinflamatorio para mitigar los efectos de las fiebres tercianas para infusiones, cocciones y enfermedades estomacales o renales. Asimismo se usaba para transporte y conservación de alimentos, fruta, carne, lácteos, pescados, medicinas y preparados.
Documentación histórica
Mediante la Real Cédula de 21 de agosto de 1607 Felipe III otorgaba el privilegio para aprovechar e industriar los hielos “el monopolio” a Pablo de Xarquies, en ella se establecen al comercio de la nieve, entre otros impuestos, el conocido como “quinto” que se aplicaba sobre la quinta parte del precio en que se vendiesen los hielos.
La Casa Arbitrio de la Nieve de Madrid estuvo operativa entre 1608 y 1863, se encargaba de gestionar la recogida y conservación de la nieve natural de la sierra madrileña, almacenándola en pozos que se encontraban en la actual zona de Moncloa.
El topónimo de Collado Villalba procede de Villa Alba, que significa Villa blanca por los pozos de hielo que surtían de hielo a la capital (Madrid).
En el Monasterio del Escorial hubo ocho pozos de hielo y actualmente se conserva uno en la huerta de los religiosos.
Bibliografía:
- Diccionario de la lengua castellana, en que se explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las phrases o modos de hablar, los proverbios o refranes, y otras cosas convenientes al uso de la lengua.1726 Pagina 344.
- “www.hoy.es Periódico digital 12 abril 2007.”
- http://www.persee.fr/doc/casa_0076-230x_1989_num_25_1_2538#casa_0076-230X_1989_num_25_1_T1_0193_0000“
- Revista municipal de Torrelodones junio de 2016, nº 325 “¡Si no bebo en la taberna, húelgome en ella! (Tabernas y mesones antiguos de Torrelodones. Autora Antonia Criado Lázaro Archivo Histórico Municipal de Torrelodones.
- “La casa arbitrio de la nieve y hielos del reino y de Madrid (1607- 1683) Pilar Corella.
- Diccionario usual de la Real Academia Española.
- “Res Mobilis, Revista internacional de investigación en mobiliario y objetos decorativos. Articulo “una aproximación a la historia de la nevera en España” autora Vanessa Montesinos Muñoz.”
- La vida y hechos de Estebanillo González, hombre de buen humor, compuesta por él mismo, en La novela picaresca española, edición de Florencio Sevilla Arroyo, Madrid, Editorial Castalia, 2001, p. 107).
- “Madrid: cuentos, leyendas y anécdotas” Javier Leralta, pg. 297 vol. 2.
Muy interesante .En Las Rozas existe una calle llamada Pocito de las Nieves, en recuerdo de un antiguo pozo de nieves. Saludos
Increible investigacion,excelente trabajo!.
En Villena, Alicante tengo localizados dos pozos de nieve construidos en piedra seca que según datos del archivo municipal uno es de 1592 y otro de 1608 por lo qué según lo que ponéis aquí uno sería todavía mas antiguo que los que describes .si quieres más información puedes ponerte en contacto conmigo en el correo electrónico
Muchas gracias por la información Joaquin, estos datos no los conocía.
Tampoco quería hacer una relación muy exhaustiva de los pozos de nieve, pues en la documentación manejada para la confección de este articulo encontré este dato que …»en 1303, Jaime II rey de Aragón, concedió un permiso para extraer nieve de la “Bofia” (pozo de nieve) de la sierra del Port del Comte, al norte del puerto de l´Os, en Solsona, y la explotación del hielo, por el puerto de Mataró con destino a Italia»…
Un saludo
Fernando Villaverde