Las sustracciones las cometían fundamentalmente en localidades de Alpedrete, Collado Villalba, Torrelodones, Las Rozas y Majadahonda, aunque el radio de acción se extiende en la practica totalidad de la Comunidad de Madrid. La Guardia Civil en el marco de la operación “Balkanika” ha desarticulado una organización criminal especializada en la sustracción, maquillaje y posterior venta de vehículos de alta gama en las Comunidades de Madrid y Valencia. Se tiene la constancia de la participación del grupo criminal desarticulado en la desaparición de 244 vehículos. La operación ha sido desarrollada por agentes del Puesto Principal de la Guardia Civil de Collado Villalba.
Han sido registrados cuatro domicilios en los municipios de Collado Villalba y Hoyo de Manzanares. Además han sido realizadas inspecciones en diferentes establecimientos públicos entre los que se encuentran un concesionario y dos talleres de troquelado de matrículas, lugares donde falsificaban las mismas.
En el marco de la operación se han detenido ocho personas, siete hombres y una mujer, con edades comprendidas entre los 25 y 55 años, de origen búlgaro y rumano, entre los que se encuentran los cabecillas de la organización, a los que se les imputan los delitos de falsificación documental y pertenencia a organización criminal.
El origen de la investigación se remonta al pasado año, cuando los agentes de la Guardia Civil de Collado Villalba, detectaron que un grupo de ciudadanos de origen búlgaro estaba solicitando a través de una gestoría habilitada para la expedición de informes relativos a vehículos de la localidad, informaciones de infinidad de vehículos de alta gama, no llegando a formalizar en ningún caso transferencia alguna.
Por estos hechos los agentes sospecharon e iniciaron una investigación al objeto de identificar a todos los miembros del grupo y a verificar sus posibles actividades ilícitas.
Gracias a las gestiones realizadas se ha podido constatar que una parte de la organización que estaba asentada en la Comunidad Valenciana (relacionada con mafias de origen ruso, armenio y checheno) recibía encargos de vehículos de diferentes lugares de España y de Europa del este.
A raíz de este encargo, mientras unos se dedicaban a la sustracción de un vehículo similar, otros miembros de la organización consultaban páginas web de venta de vehículos, hasta que encontraban una marca y modelo igual. A partir del momento en que tenían la matrícula, acudían a gestorías autorizadas para la expedición de informes de vehículos. Con los datos reflejados en ese informe en su poder, falsificaban la documentación, el bastidor y las pegatinas identificativas para posteriormente colocarlas en el vehículo sustraído.
Utilizaban inhibidores de frecuencia y llaves vírgenes
Las técnicas que utilizaban para la sustracción de los mismos han sido diversas y perfeccionadas con el transcurso del tiempo. En un primer momento utilizaron la rotura de cerraduras y lunas, y en los últimos casos se valían de modernos inhibidores de frecuencia, con los que conseguían evitar que el dueño del coche lo cerrara con su mando a distancia.
Una vez en el interior del vehículo disponían de un dispositivo OBD, que al ser insertado en la toma de diagnosis del vehículo, hacía una asociación de la llave virgen hallada en su poder con el vehículo en cuestión, pudiendo así arrancar el coche en cuestión de escasos segundos. En el caso de que el vehículo se encontrara cerrado y tuvieran que forzarlo, ese mismo dispositivo sería el que haría silenciar la alarma.
A continuación, acudían a diferentes talleres clandestinos para el troquelado de bastidores y para manipular las centralitas electrónicas.
Falsificaciones perfectas e indetectables
Las sustracciones las cometían fundamentalmente en localidades de Alpedrete, Collado Villalba, Torrelodones, Las Rozas y Majadahonda, aunque el radio de acción se extiende en la practica totalidad de la Comunidad de Madrid y conseguían una falsificación de datos y de documentación tan perfecta, que sería indetectables en controles rutinarios, pudiendo solamente ser identificada la manipulación mediante instrumentos de diagnosis de sus respectivas casas oficiales.
Numerosos efectos intervenidos
Entre los elementos intervenidos se cuentan un elevado número de fichas técnicas y permisos de vehículos sustraídos, varias placas de matrícula de coches originales, una máquina de soldar que utilizaban para el relleno de los datos troquelados en el bastidor; herramientas de pulido, de secado y de pintura que utilizaban para maquillar los vehículos. También disponían de onectores OBD y ordenadores con software específico para la modificación de centralitas.
Las investigaciones desarrolladas han permitido obtener indicios suficientes para imputarles la sustracción de 244 vehículos, de los cuales se han recuperado 24. Ahora los agentes centran sus esfuerzos en la recuperación del resto de vehículos robados.