Sólo era cuestión de esperar . Los jóvenes lo comentaban en casa, e intercambiaban información a través del Tuenti: «si te preguntan la hora, corre», decían. La descripción era siempre más o menos la misma. Un joven, magrebí de 18-20 años, encapuchado y habitualmente de negro, de aproximadamente 1,80 m de estatura, preguntaba la hora a los adolescentes. Cuando estos la miraban -generalmente en el teléfono móvil- solicitaba que le entregasen móvil, incluso amenazando con una navaja, comentaban. Todos los casos habían sido por las calles de la colonia, cerca de la estación, y un menor comentó en la red social que a él, lo había atracado dos veces, una de ellas sin violencia, y la segunda con amenazas de arma blanca.
Con esos datos, y en una población de las característcas de Torre, donde a la Benemérita no le pasa desapercibido nada, poco podía faltar para terminar con el problema. Informan hoy varios medios madrileños, haciéndose eco de un comunicado de la Guardia Civil, que el instituto armado procedió a la detención y arresto el pasado lunes, de un jóven de 22 años y de origen magrebí, «que pasó a disposición judicial y se decretó su inmediato ingreso en prisión». Le seguían la pista desde el mes de diciembre.