Con un aforo completo, la mayor parte de los días de actuación, el Festival Flamenco de Torrelodones cierra su séptima edición con un balance positivo por el éxito de público y la calidad de las actuaciones programadas. Más de 2.000 personas han asistido a las representaciones de un cartel en el que se ha combiando la experiencia de los grandes maestros con la fuerza de las futuras promesas.
Uno de los aspectos más llamativos del Festival de este año ha sido la importante presencia de público joven, incluso niños, en las actuaciones, lo que se puede interpretar como un paso importante en la labor de divulgación de este arte.
El ciclo de actuaciones comenzó con El barbero de Picasso, espectáculo del maestro Enrique Morente, que repite en el Festival, después de inscribir su nombre en el primer cartel en el año 2004.
Fuensanta «La Moneta» entregó al público su fuerza, juventud y tronío, demostrando la inspiración gitana que acompaña cada uno de sus movimientos. «La Moneta» es uno de los máximos exponentes actuales de baile del sur, de Granada, inspirado en Enrique «El Extremeño».
La cita más esperada, sin duda, fue la comparecencia de Miguel Poveda. En este año de la cultura, era preciso contar con el cataor del momento. Poveda es talento y duende auténtico, genio del cante y maestro, pese a su juventud, de este arte universal.
El concierto estuvo repleto de bellas palabras de reconocimiento hacia el Festival Flamenco de Torrelodones y hacia la voluntad de fomentar este arte por parte del Ayuntamiento.
Como es habitual, el festival contó con diversas actividades paralelas, que incluyeron la exposición de pinturas inspiradas en la figura de «Camarón de la Isla», titulada Seis vibraciones, en la Sala Villaseñor de la casa de la Cultura, con seis retratos del inolvidable artista, obra de Alberto Alonso. Asimismo, es destacable la positiva respuesta del público a la propuesta escénica del Conservatorio de Danza Mariemma, a la altura de la ilusión demostrada por aquellos que inician su andadura en este difícil arte. Se trata de una nueva generación de bailarines, que tras años de estudio y sacrificio representan el relevo de los grandes en la danza española y flamenca. De entre todo lo bueno ofrecido por esta Escuela, destaca la clase magistral impartida por Maleni Mexia, imprescindible para entender y comprender el rigor y la exigencia del Conservatorio en el día a día de sus clases.
La Escuela de Flamenco Amor de Dios cerró el ciclo de actividades paralelas al Festival. El alumnado de esta Escuela, una de las más prestigiosas de España, con sede en Torrelodones, volvíó a entregar, de la mano de su director Eduardo «El Güito», lo mejor de sí para mostrar y demostrar que su afición va cobrando espacio en la acividad flamenca, y que tras tres años de formación, se puede sentir la satisfacción de poner en escena una cuidada coreografía.
Torrelodones asistió a la última función del maestro Morente
Fuente: Ayto. Torrelodones